lunes, abril 06, 2009

Más allá de la posmodernidad y concejos de Philip Roth

En la actualidad la mayoría de los poetas y escritores escriben dentro de un contexto social en cual se ha anunciado el agotamiento de los grandes discursos de la modernidad, y por ende, también, del fenecimiento de las grandes propuestas estéticas de la modernidad que desde los años aurorales del romanticismo, acabarían en su variante más radical y extrema que vienen a ser las vanguardias literarias europeas de la primera mitad del siglo XX. El afán de novedad y la búsqueda de originalidad en forma compulsiva, agotaron estas propuestas literarias de la era moderna para dar paso a un escenario posvanguardista en el cual predominaban los discursos eclécticos y a-críticos de la posmodernidad. Este quiebre de paradigmas poéticos y literarios derivó en la búsqueda de nuevas propuestas líricas que hallaron su renovación en una poética del pastiche y en una poetización superficial y vana. Hay que agregar que en esta época el papel gravitante de la poesía y de los escritores en la esfera pública decayó notoriamente. Todo ello ha posibilitado la creación de una gaseosa posvanguardia experimental que cae en una nihilista pirotecnia verbal, carente del sentido y del fundamento que sí tenían las vanguardias poéticas de la modernidad, que es el sentido crítico. Por crítico entiendo, no una crítica -valga la reiteración- discursiva social, sino una visión personal, distinta y autónoma del creador, en este caso del poeta frente a las leyes, ideologías y reglas de la civilización capitalista.

En este decadente escenario cualquiera puede creerse artista y poeta sin haberse leído un libro en su vida. Cualquier cosa puede ser llamada belleza. Cualquier señorito pijo puede hacer un mamarracho y llamarlo arte o poema. Cualquiera puede sacar un blog y creerse escritor. Cualquier persona puede decir que en un día ha leído a Quevedo y tener la audacia de afirmar que lo ha entendido. Cualquiera puede decir que escribe lo que le sale de dentro y decir que corregir es matar su sagrada e inmaculada inspiración.

Ayer leí una entrevista que le hacen a Philip Roth en el número último de la revista Qué Leer. Me agrado leer a un escritor autentico diciendo algunas verdades sobre la creación literaria y el futuro de la literatura. En principio hablo sobre el enseñar a escribir a los jóvenes en un taller:

“No funcionan porque para empezar los asistentes son demasiado jóvenes, apenas cuentan con su infancia y adolescencia, pero todavía están demasiado cerca de ellas. No se le puede enseñar nada a aquel que carece de la experiencia de la vida”.

En otra pregunta precisa quienes podrían estar aptos para escribir:

“Si yo fuera profesor de uno de estos cursos les diría a mis alumnos: “El primer año vais a contraer una enfermedad que casi os mata y os vais a pasar un año entero en el hospital. Tan pronto os reincorporéis a la vida normal haréis que os suelten en paracaídas y sin un céntimo en el bolsillo en medio de un país extraño del que no conozcáis la lengua. En él transcurrirá vuestro segundo año. Durante el tercero y último trabajaréis en una mina de carbón”. A los que superaran todo esto les extendería un certificado de aptitud para comenzar a escribir”.

Muchos colegas escritores me dicen porque pierdo mi tiempo en mi blog. Dicen que lo importante es que la gente lea libros y no webs. Pero la realidad es que la cultura escrita ha dejado de ser hegemónica. Yo les digo que Internet tiene sus virtudes y defectos. La virtud es la democratización de la información. Lo negativo es que no hay filtros de calidad. La virtud es que los autores pueden encontrar un lugar donde expresarse libremente. Lo negativo es que muchos de ellos no van a las bibliotecas. Son la generación Wikipedia.

Quizás por eso entienda estas declaraciones de Philip Roth un tanto pesimistas:

“Dudo que las generaciones venideras vayan a leer. ¿Quién va leer en un Kindle? Los lectores constituirán una especie de culto, como los actuales lectores de poesía. Más concretamente, como los actuales lectores de poesía en latín. ¿Cuántos deben de quedar hoy en el mundo? ¿Unos quince? “

Sin embargo no creo que todo este perdido. Si se toca el problema estemos a tiempo de superar el futuro desolador que se avecina para la literatura. No se puede suplantar la cultura escrita por un E-Book. No se puede dejar de leer los clásicos por leer blogs literarios. No se puede abandonar el espacio vital de la vida por el dialogo virtual del chat y los foros. La tarea consiste en hacerles ver a las nuevas generaciones sus limitaciones y así podrán corregir este enorme bache en su formación vital,humanística y literaria. Solo de esta manera podrán ir más allá del vació disperso de la posmodernidad.

11 comentarios:

Giovanni-Collazos dijo...

Asistir a una biblioteca para leer todo los libros que el tiempo nos permita y explorar en la red e interesarse por webs o blogs literarios, no son actividades incompatibles...
Hay que leer, sí, y mucho, para escribir. Pero hay que leer de todo, sin prejuicios... por lo menos es lo que intento hacer yo...

Es muy interesante lo que dices y podría prestarse para un debate panhispánico.

Un abrazo.

Gio.

Leo Zelada dijo...

Giovanni he dicho que un buen sector de jóvenes se engancha mas a los blogs literarios que a leer los autores básicos de la literatura. Ese es el problema. Si un joven quiere ser escritor o poeta y lees más los blogs literarios que los clásicos, es obvio que su creación será menor. Pues su formación es deficiente.
Gracias por tu opinión.
Lo propondré a la tertulia como tema.
Un abrazo.

Marina Centeno dijo...

Hola:

Desde mi punto de vista, por comodidad, prefiero el libro. Si bién la era de la tecnología esta creando un amplio sector de lectores, eso es un hecho. Pero, ¿Qué lee? Escribir no solo es tomar un lápiz, papel y volcarse en letras, o bién, sentarse frente al computador cada que llegue la "inspiración". El taller es una interacción adecuada para la escritura. A mí en lo personal me sirve y me agrada. Bueno, esa es mi opinión.

Sin duda, la lectura de los clásicos conlleva al acercamiento con la escritura en su máxima representación. No por nada conservan su lugar en la literatura.

Un abrazo, Sr. Zelada.

Saludos.

Leo Zelada dijo...

Estimada Marina,

Es verdad que internet ha traído nuevos lectores. Eso está bien. Pero yo hablaba de que la formación literaria escrita es fundamental. Que luego de ello se utilice como vehículo de expresión en la red me parece genial.

Gracias por su opinión.

Un abrazo.

Álvaro Guijarro dijo...

Yo creo que se debe plantear y tomar la 'esfera' de los blogs y el contacto con la literatura a través de internet como producto de una formación literaria real que corra paralelamente. Es un error quedarse aquí, solamente.
El papel es imprescindible, y es de esa relación íntima lector-autor que se da en el papel de dónde nacen cosas de valor.
Es demasiado frío darse únicamente a esto, sintiendo, además, que colaboraríamos en todo este cambio de época horrible del que no sé bien que niños saldrán, si salen.

Considero, a otro nivel, que es necesario ser selectivo leyendo, si bien ciertas veces podemos tomarnos el gusto de merodear por otras calles. No hay tiempo, no hay tiempo para leerlo todo, y hay cantidad de vidas que turbar en esos libros.

Un abrazo Leo,
Álvaro

Leo Zelada dijo...

Exacto Álvaro. Primero hay que tener una formación literaria en el mundo real y luego en paralelo -como algo complementario- el mundo de los blogs.
El mundo del papel y la cultura escrita es insustituible. Escribía este post entre otras cosas, porque escuchaba a mucho joven poeta decir que ya no leían, que ocupaba mas su tiempo enganchados a los blogs literarios. Eso me pareció grave.
Cuando era joven llegue a leer hasta dos libros diarios. Ahora soy más selectivo. Uno no puede leer todo. Pero si puede leer todo lo que pueda de los autores que me gusten o los que me llamen la atención.
Para tener 18 años te veo más sentido común que muchos adultos que escriben.
Un abrazo.

LADO B dijo...

Pues tampoco somos fanáticos de la posmodernidad...Somo modernos, o sea, anticuados.

Anónimo dijo...

La psomodernidad y su absurdo persepctivismo serán superados.

LADO B dijo...

Dese una vuelta por mi cárcel bloguera a lo Yourcenar, me había olvidado de invitarle... e invitarles a todos.

Leo Zelada dijo...

Así es Arturo.

Leo Zelada dijo...

Lado B lo visitare.