domingo, diciembre 28, 2008

La Otra Lista: Los mejores libro del año 2008

Mi recuento de los mejores libros publicados en España, no será una lista marcada por el interés encubierto de las grandes editoriales. La cual tiene obvia resonancia en las listas literarias de los principales diarios de la península. Será una opinión crítica e independiente.
Para empezar quiero señalar las grandes decepciones del año. Empezando por la novela La Hermandad de la Buena Suerte, de Fernando Savater, ganadora del premio Planeta del 2008. Con el premio otorgado a Savater, se demuestra una vez más, el desprestigio en que se encuentran los grandes premios literarios. El Viaje del Elefante de José Saramago, esta claro, es un texto menor y no desmerece para nada la extraordinaria obra del escritor portugués.
La mejor novela escrita por un español no viene firmada- gracias a dios- por algún miembro de la llamada Nocilla Experience. Sino por Ana María Matute, una escritora de más de 80 años y su Paraíso Inhabitado, que es una pequeña obra maestra. En relato corto menciono a la Enciclopedia de los muertos del genial Danilo Kis y el divertido Yo También puedo escribir una jodida historia de amor de Carlos Salem.
Dentro de la literatura en otros idiomas. Considero que Philip Roth y Iam McEwan son unos autores correctos, pero no grandes novelistas. Menos aún para encabezar una lista literaria. Acción de Gracias de Richard Ford y La Maravillosa vida breve de Oscar Wao de Junot Díaz son las grandes novelas extranjeras publicadas el 2008. Sin lugar a dudas.
En poesía dentro de los autores consagrados el único poemario valioso publicado es el titulado Golem de Leopoldo Maria Panero, quien con este libro regresa con bríos a su mejor poética. Poemas a la noche y otra poesía póstuma y dispersa, me ha hecho reconciliarme con la poesía de Rilke. Propuestas novedosas como la del Ingles Bob Gurney quién con Cuarto Oscuro crea un valioso lazo comunicante entre la tradición anglosajona y castellana.
En el ensayo mi gran decepción ha sido Viaje a la Ficción de Mario Vargas Llosa. Otros Colores, el experimento mitad ensayo-mitad autobiografía de Orham Pamuk; es el libro que me regresado las ganas por leer reflexión literaria.
Lamentables las traducciones de la poesía completa de Silvia Plath y La Roca de Wallace Stevens.
Bueno, esta es la Otra Lista. Con los mejores libros publicados en el 2008.


Novelas en Español

Paraíso inhabitado. Ana María Matute
La ninfa Inconstante. Guillermo Cabrera Infante
El cielo llora por mí. Sergio Ramírez.
La grande. Juan José Saer

Novela Extranjera

Acción de gracias. Richard Ford
La maravillosa vida breve de Oscar Wao. Junot Díaz
Árbol de humo. Dennis Johnson
Los hombres que no amaban a las mujeres. Stieg Larsson

Relato Corto

Enciclopedia de los muertos. Danilo Kis
Yo también puedo escribir una jodida historia de amor. Carlos Salem
Cuentos Completos. Leopoldo Maria Panero
Los relatos del padre Brown. G. K. Chesterton

Poesía

Golem. Leopoldo Maria Panero
Poemas a la noche y otra poesía póstuma y dispersa. Rainer María Rilke
El cuarto oscuro. Robert Gurney
El dragón y la luna. Milagros Salvador y Gloria Lima

Poesía Joven

Hojas de aire. Julio Torres-Recinos
120 paginas sin lluvia. Paco Sevilla
Los dientes del reloj. Raúl Campoy
Cuaderno de bitácora. Borja Menéndez


Ensayos, Diarios, Correspondencia

Seguridad, Territorio, Población: curso de collage de france (1977-1978). Michel Foucault.
El miedo a los bárbaros. Tzvetan Todorov
Correspondencia. Lev Tolstói.
Otros colores. Orhan Pamuk

domingo, diciembre 21, 2008

Blade Runner

"Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia"

sábado, diciembre 20, 2008

Sale nuevo número de Cuaderno de Poesía

Cuaderno de poesía es una de las más interesantes revistas españolas en Internet. Me acabo de enterar que acaba de salir su última edición. Dirigida por Montse Juárez. Su eje temático es la Diversidad Lingüística.
Pueden leer desde un polémico articulo titulado “¿Lenguas minoritarias o comunidades minoritarias? A cargo de Isabel Mercadé, Profesora de la Universidad Ramón Llull. Como la iluminadora entrevista bilingüe (luxemburgués-español) al poeta y escritor Jean Portante.
Y en su lengua original con traducción al español participan los poetas Jean Portante(Luxemburgo), Maram Al-Masri (Siría) Abdelouahid Bennani(Marruecos), João Batista do Lago (Brasil), Felipe Servulo(España), Montserrat Rodés(Catalán-Español), Yolanda Castaño(Gallego, Español) y su servidor Leo Zelada. No dejen de leer su valiosa sección de reseñas.
Aquí les dejo el link de esta revista:

http://cuadernodepoesia.org/index.htm

martes, diciembre 16, 2008

Asaltos Bizarros al Circuito Literario de España


Estas incursiones empezaron en la Biblioteca Nacional. Allí fuí a escuchar al poeta Ángel Guinda, quien tiene la extraña particularidad de leer bien. Recordemos que hay poetas como Neruda cuyas lecturas de poesía eran tan letales, que podían hacer dormir sin problemas a una docena de elefantes. La voz de Pablo era totalmente somnífera.Los íntimos fuimos al Café Lucero. Allí, tuve una interesante tertulia con Enrique Gracia Trinidad, sobre la riqueza de la Lengua castellana. Mientras, Ángel Guinda le decía a Enrique que yo era un gran poeta; y Enrique le contaba que me defendió, una vez que tuve un altercado con Juan Torres, el presidente de la Asociación Prometeo de Poesía, en Sala Trovador -cuando recién llegue a Madrid el 2005-. En ese recital de la indignación, leí con tanta fuerza e intensidad que dejé callado a ese monárquico, y me gané los aplausos de los asistentes.
La semana pasada, fue la noche de entrega de los Premios Ojo Crítico, en el Círculo de Bellas Artes. Fuí con Paco Sevilla, que había ganado dicho premio en la rama de Poesía. El gran homenajeado fue Almodóvar, al que dieron el mismo premio en la modalidad de cine. Todo un grupo nos fuimos a festejar con Paco a la Fundación Hispánica. En ese lugar me encuentro con un poeta con el cual he tenido fricciones, debido a un homenaje al poeta Carlos Oquendo de Amat, que hubo en Casa de América. Allí escucharía consternado a los catedráticos de la Universidad Complutense. Estos prácticamente castraron la visión crítica de Oquendo, para presentarlo como un supuesto poeta “puro”. Para colmo, el agregado cultural de Perú dijo que Oquendo nació en 1927, fecha, más bien, donde se publicó el libro Cinco Metros de Poemas. Todo esto, motivó mi indignación que hice patente cuando me toco hablar en dicho evento(estaba invitado a leer) ; del cual luego de decir que Amat fue miembro del Partido Comunista peruano, y que dicho poemario vanguardista también es una crítica al sistema de valores de la civilización capitalista. Me retiré en son de protesta.
El sábado hable por teléfono con el narrador José Ángel Ordiz . Me dijo que se había visto con Luís Antonio de Villena en Asturias. Villena le hablo que nos conocíamos hace tiempo y que tenía yo un gran futuro en España. Hasta ahora me acuerdo cuando le comente a Luís de mi viaje a la aventura desde Perú hasta Estados Unidos tratando de imitar a Rimbaud y el me dijera que mi viaje había sido mucho más lejano, puesto que Yemen y Etiopía estaban cerca de Europa.
El domingo fuí a la Jam Session de relatos del club Bukowski. Leímos: el mítico Gonzalo Torrente Malvido- hijo de Gonzalo Torrente Ballester-, Carlos Salem, quien hace unos meses ganó el premio a la primera novela, en La semana negra de Gijón y yo un fragmento de mi reciente acabada novela. Me gusta el ambiente de los domingos. No hay tanta gente como en las Jam Sessions de poesía, que son los miércoles. Hay más silencio y se escucha mejor lo que se lee.Madrid es uno de los centros culturales del mundo y sus noches son una fiesta continua y permanente.

martes, diciembre 09, 2008

Genealogía de un Antisistema


Hoy celebro mi llegada a México, solo, como siempre. No se lo digo al poeta que me ha brindado su pequeño departamento como posada. Compro una botella de vino tinto Gato Negro, me sirvo un vaso. Enciendo un cigarrillo. Miro la luna interrogando. No hay cosa más triste en el mundo que tomar solitario un trago. Acabo la botella de vino. Decenas de colillas agonizan en el piso. En mi patético delirio creo estar bebiendo con Li-Po. Miro el vacío y como despertando del letargo, me levanto y voy a la tienda a comprar otra botella de licor.
Años antes –ahí empieza, quiero creer, parte de esta historia– fui el obediente hijo de mamá que tenía que disfrazarse para ir cotidianamente a su glorioso colegio fiscal llamado Hipólito Unanue. Siempre la H. Siempre la U. Nadie le gana a la “H y U”, como así le gustaba vociferar al entrañable director las arengas propias de nuestro centro de estudios.
Chompa y pantalón plomo, camisa blanca, zapatos charol negro, raya al costado en el pelo. “El caballerito”. Así fui bautizado por las mamás de mis compañeros de clase –si supieran que mi mayor sueño era en esa época tener una Magnum 44 en mis pálidas manos y disparar inmisericorde sobre todos. Si mal no recuerdo, ahí empezó todo; con la urgente tarea de terminar un pequeño ensayo sobre Mariátegui, para el promedio final de la asignatura de Historia.
Andahuaylas 458. Esa era la dirección. Llegué sin problemas gracias a la recomendación de mi tío, que en tono misterioso me dijo que allí encontraría las respuestas a mis inquietudes, luego de una discusión interminable que tuve con él sobre política. No obstante, mi único deseo sólo era aprobar el curso de Historia, que tantas complicaciones me había traído en aquel semestre.
La escalera era larga, de imitación a mármol. La dirección era una casa estilo neocolonial de principios del siglo pasado, de color marrón y algo polvorienta. Subiría al segundo piso y lo primero que llamaría mi atención fue la cantidad de banderas rojas que cubrían las paredes del pequeño salón y unos retratos de unos señores adustos, barbados, que se repetían en casi todas las banderolas; pero lo más intrigante de todo era la incendiaria frase que esgrimían esas figuras como lema: “El poder nace del fusil”.
–Sí, jovencito, ¿en qué le puedo servir?
–Buenas tardes.
–Buenas tardes –me respondió el anciano mestizo, que era el portero.
En mi colegio me habían dejado como trabajo hacer la biografía de José Carlos Mariátegui. Luego me enteraría de que era el padre de las ideas socialistas en el Perú. Le pregunté al portero dónde quedaba la biblioteca. Allí podía encontrar algo sobre el “Amauta”, como así llamaban al tal Mariátegui.
–Bueno, esa es la librería –señalándome al frente–, pero la biblioteca queda en el tercer piso –me respondió entre conspirativo y amable el anciano.
–Gracias –contesté con voz baja.
–No hay por qué –dijo.
Revisaría la librería para ver si encontraba alguna biografía que me ayudara. Casi todos los libros hablaban de revolución y la lucha contra el capitalismo, cosas que me eran totalmente extrañas. Lo que sí me gustó fue ver varias revistas con cuentos chinos bellamente ilustrados. Me habían enseñado que los comunistas eran gente mala, atea, que querían acabar con el orden y la moral. Y yo, resentido con la vida que me había tocado tener de nacimiento, simpaticé al instante con ellos. Creo que en ese preciso instante fue donde nació mi vocación Antisistema.


miércoles, diciembre 03, 2008

Gatuna Navidad

24 de diciembre

Hoy es víspera de Navidad. Una fecha especial para muchos y un día de mierda para otros. Para los creyentes cristianos es la más importante del año. Es un día de paz para ellos y de felicidad por el nacimiento de Jesús, el hijo de su Dios. La gente por una vez en el año, trata, o intenta al menos, de pasarla bien en familia. Tal vez para los ciudadanos seculares no creyentes, sea como una especie de pretexto para una reunión familiar. Esto último, ha hecho que la Navidad se convierta en un fenómeno social al cual uno inevitablemente no puede escapar. Pero también es cierto que la Navidad es un comercio. La televisión bombardeándonos con melodramáticos anuncios. Los periódicos ofreciendo grandes ofertas. Las calles llenas de focos navideños multicolores y de rebosantes anuncios televisivos diciendo: “Haz feliz a tu familia en Navidad, compra tal o cual cosa”, y un largo, tedioso y oneroso etcétera.
No obstante, para los solitarios, esta época es terrible. A pesar de que uno no le da importancia al tema, en el fondo esta fecha sirve para hacernos sentir que estamos solos. Que hay gente pobre que no tiene Navidad, y nunca la tendrá. A mí alrededor veo mendigos trabajando, niños vendiendo golosinas. He decidido ir a una feria. Allí he tratado de ocupar mi tiempo en distraerme.
He acabado ya toda mi cajetilla de cigarros. Camino por las calles tropicales de Acandi. Mas un dolor imperceptible y agudo comienza a crecer dentro de mí.
Estoy en un bar, he tomado varias cervezas escuchando música en una vieja rockola. De pronto comienzo a sentirme mareado. Qué raro, si no he tomado tantas como para sentirme así. Un dolor agudo me recorre los huesos. Tengo la extraña sensación de que me voy a caer en cualquier momento. Salgo con mareos a la calle.
Ahora me entran las ganas irrefrenables de echarme a la cama. Me siento mal. No creo poder llegar al lugar donde estoy alojado. En ello veo el hotel cerca, creo que lo mejor es descansar. Entro. Pido la llave de la habitación. Camino tambaleándome por el pasadizo. ¿Qué me esta pasando? Abro la puerta del dormitorio. Estoy sudando. La cabeza comienza a darme vueltas.
Me echo en la cama. Estoy temblando, mierda, estoy temblando de frío, ¿qué me esta pasando? No lo sé, pero no puedo mover los labios, siento como si me estuvieran estirando los huesos con brutalidad. Me duelen los músculos de mi cuerpo. Es un dolor insoportable. Tengo ganas de dormir, pero tengo la rara sensación de que si duermo en medio de esta fiebre puedo amanecer muerto. Me aferro a que debo permanecer despierto para no morir.
Así me quedo entre la vigilia, el sueño accidentado, mareos, alucinaciones extrañas y el dolor agudo de mis articulaciones.


25 de diciembre

Amanecí mejor, un poco cansado y sudoroso. Tengo sed. Voy al baño y bebo ingentes cantidades de agua. Me siento un poco débil. A pesar de todo estoy como si hubiera renacido.
Me lavo la cara. Salgo del hotel. Me dirijo a la posta médica. El doctor, luego de escuchar mi descripción, me dice que me ha dado la letal fiebre denominada “la quiebra huesos”.
–Has tenido suerte, muchacho, de llegar vivo hasta aquí, sin remedios muchos llegan ya cadáver.
–Tengo más vidas que una tropa de gatos negros doctor.
–Eso veo joven, eso veo.
Un gato a pesar que lo tiras de espaldas al aire siempre cae de pie.