miércoles, mayo 06, 2009

Duelos y encuentros poéticos con el Parnaso: Parte I

Generalmente soy una persona tranquila. Sin embargo no soy de soportar la prepotencia. No hay mayor concentración por metro cuadrado de egocentrismo que en el ambiente literario. Todos en el fondo se creen genios. Los consagrados van de divos y los otros que no se consideran poetas, en el fondo tienen el mismo nivel superlativo de ego. Me limitare a señalar algunas anécdotas con poetas reconocidos que me he topado en estos 21 años de ejercicio literario. Esta primera parte transcurre en Latinoamérica con sus mejores plumas.
Siempre me ha molestado los escritores consagrados que se refugian en una élite y desprecian al lector común y corriente. Sin embargo hay algunos que aparentemente dan esta falsa impresión y resultan entrañables. Esto me paso con el poeta peruano Antonio Cisneros. Quien en un principio demostró cierta soberbia con los jóvenes poetas del grupo Neón. Así que en cada conversatorio que participaba tomaba la palabra para hacerle ver sus contradicciones. Esta misma dinámica pasó varias veces en diferentes eventos públicos. Hasta que una vez nos encontramos en el instituto cultural Peruano-Ruso y nos fuimos de copas toda la madrugada. Esa noche terminamos hermanados con Toño. Me dijo al final:” Entre poetas no debemos pelearnos”. Era simplemente que nunca nos habíamos escuchado el uno al otro.
En Costa Rica me paso en una discusión sobre la literatura de fines del siglo XX, que termine polemizando con Felipe Benítez Reyes, quizás uno de los poetas que ha ganado la mayor cantidad de premios importantes de poesía en España. Felipe negaba en una actitud conservadora y soberbia, cualquier posibilidad de una nueva vanguardia poética. En esta polémica un importante poeta argentino que no daré su nombre- a los enemigos la indiferencia es lo que más les duele- se puso de parte de Reyes. Y Jaime Siles de parte mía. Obviamente ganamos la discusión. Nunca las posiciones reaccionarias en literatura pueden con las libertarias. Ese día nos hicimos amigos con Jaime. Al final intercambiamos libros con Benítez. Lo cortés no quita lo valiente.
Sin embargo no todo han sido peleas. Me acuerdo del trato cordial que he tenido con los poetas mexicanos David Huerta y José Emilio Pacheco. Hasta ahora me acuerdo cuando le pregunte si vivía de la poesía a José Emilio. Y él me dijo que no tenía ni para pagar a una secretaria. Yo dentro de mi pensé, si el más importante poeta de México no puede vivir de la poesía, entonces el resto estamos jodidos. Lo digo porque México es uno de los países en el mundo que más apoyo da con becas y subsidios a los poetas.
Aunque a veces los desencuentros se dan por cuestiones de ego. Me paso cuando presente mi libro en el café libro de Quito, Ecuador. Allí en la ronda de preguntas me acribillo a interrogantes Raúl Pérez Torres. Pero basto tomarnos unas birras y toda aspereza quedo limada. Lo que me gusta de los poetas latinoamericanos, es que no hay ningún conflicto que un par de cervezas no disipe. Quiero decir que hay una tradición de la polémica, lo cual implica que cuando baja el acaloramiento se pueda dialogar.
En Bogotá, Colombia, he pagado el taxi más caro en Latinoamérica. Me costó 60 dólares. Era para ir a un homenaje a los Nadaistas. La entrada costaba otros 10 dólares. No me parece mal que un grupo antaño contracultural cobre por dar recitales de poesía. Allí dentro converse con Jotamario Arbeláez líder de este grupo. Y también con un poeta disidente que se hacía llamar X 543. Al final me piré. Nunca me han gustado los rollos neo-hippies. Creo que aún me quedan rezagos de mi espíritu punk. No había taxis a esas horas de la noche. Así que regrese en autostop a Bogotá.
Para entrar en esta parte final de este tour poético por América Latina, tengo que mencionar mi desencuentro con el poeta chileno Raúl Zurita. Es celebre el fratricidio que hay en la historia poética chilena. El se molesto porque era amigo de Eduardo Llanos. Me dijo que él no tenía enemigos, salvo Eduardo Llanos. Y bueno, al final se le fue la olla y se metió con algunos amigos poetas del sur cuya obra respeto. Así que opte por desligarme de Zurita. Aunque se por amigos que ya se le paso la acritud y sigue teniendo una buena opinión de mi persona. Nunca entenderé ese fratricidio Neruda- Huidobro.
Yo tengo una máxima que puede resumir este post sobre la tradición poética latinoamericana: “Discrepar es una extraña manera de acercarnos”.

13 comentarios:

Giovanni-Collazos dijo...

Interesante, Leo.

Al no haber vivido esa época de Lima, del Perú, por que soy de otra generación, esto que cuentas, me resulta muy interesante.

Que bueno que cuentes estas cosas. Espero ya la segunda parte.

Un abrazo.

Gio.

Alfonso Huerta dijo...

Por algo Valle-Inclan dijo que el espejo estaba en el fondo del vaso

Luigi Dante dijo...

Me gusta esta nueva sección. La verdad es que es algo que suele pasar entre poetas, aunque sean amigos. No todos se detienen a escuchar. Supongo que a muchos os habrá pasado eso de releer en público una y otra vez un texto o un poema. Lo sorprendente llega cuando recibes los comentarios (de felicitación, indiferencia o repulsa, positivos o negativos) de los demás y te das cuenta de que para el público ese poema que has leído 20 veces delante de ellos sigue siendo nuevo(ja, ja). Bueno, a lo mejor eso es perfecto para la poesía, se mantiene siempre fresca, como en la nevera.

Leo Zelada dijo...

Si, estoy como los viejos escribiendo ya mis memorias. Pero este ejercicio de rememoración me hace reparar en detalles que me habia olvidado.

Un abrazo Gio.

Leo Zelada dijo...

Muy buena cita Alfonso.

Leo Zelada dijo...

Es verdad Luigi los poetas en general son muy habladores y no saben escuchar.
Esa anécdota del texto que lees innumerables veces y que pasa como nuevo es muy irónico. Así como la nevera jajaja.

Meryone dijo...

hace un par de años me compré un wilde quasi completo en inglés, barato, enorme e inmanejable. sobre todo por mal encuadernado, pero también porque es lo suficientemente grande como para no caber en el bolso. ese es realmente mi concepto de inmanejable: intransportable

nunca tuve claro si a leer por primera vez en original algo que se ha leído previamente traducido se le puede llamar releer, pero esta noche creo que va a tocar echarle un vistazo a algún cuento en formato letra pequeña, papel malo

era tan grande, el cabrón!

además, yo había leído esto anoche, pero tenía sueño y no comenté

pero reitero lo comentado varios posts atrás: en este lado del mar no quedan poetas. o no quedan poetas autóctonos. dicen que hay uno que está internado en un manicomio que ya no es el de mondragón. y alguno más, pero pocos

besos

Annabel dijo...

Y qué tendrá que ver la poesía con lo que cuentas.
Reconozco que tiene su morbo conocer los trapos sucios, eso sí. :/

Leo Zelada dijo...

Annabel todo tiene que ver con la poesía.

Leo Zelada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Leo Zelada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Leo Zelada dijo...

Meryone, Wilde es un autor que te permite con su aguda ironía discernir. Es un autor que siempre me ha gustado. El Ruiseñor y la Rosa es el cuento que hizo entrar en la pasión por la obra de Oscar.
Releer es la mejor forma de darles un homenaje a los autores que te han marcado. La mayoría de la gente lee. Pero solo los sabios releen.
La otra vez fui al Fnac y leí el último poemario de Panero y quede impactado. Pensé que Leopoldo es el hombre más lúcido de España.
En cuanto a que no hay poetas en España, es que los consagrados se han vuelto conformistas y se repiten en sus retoricas de siempre. Y los jóvenes no leen libros de poesía. Lo que es peor se enorgullecen de no leer. O hay otros que leen un libro de poemas y creen que a la primera lectura ya lo entienden todo. Sin conocer bien el contexto en el que se escribió, los recursos estilísticos, etc. Encima sacan blogs y van que saben de literatura. Pero para cualquier mínimo entendido en literatura lo que escriben esos tíos es una mirada superficial de las letras. Bien dicen que la ignorancia es atrevida.
El problema es que se ha perdido el rigor creativo. Cualquier chorrada ahora puede ser poesía.
Besos.

Meryone dijo...

cualquier chorrada, exactamente. cualquier cosa que suene vagamente a incomprensible (lógica aplastante: ellos no entienden lo que quiere decir la poesía de los otros, así que a los otros tiene que resultarles incomprensible la suya). en las lenguas minoritarias es peor, porque las editoriales están haciendo cantera y publican cualquier cosa

el ruiseñor y la rosa es mi cuento favorito de wilde. desde siempre (desde que aprendí a leer y descubrí que el fantasma de canterville me gustaba menos que lo que me contaba mi madre pero que había más)

panero es lúcido como sólo pueden serlo los locos. el último poemario lo busqué pero sin éxito. a ver cuando pase por coruña si en la fnac lo tienen, aunque lo dudo porque es una fnac bastante pequeña

y debo ser muy sabia, porque releo bastante

besos