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Entrevista a Rubén Grajeda, alias Leo Zelada
Valerio Cruciani
[Redactor] Conocí a Leo en el bar Bukowski, en el barrio Malasaña de Madrid. Para quien no lo conoce, ese bar es uno de los más queridos puntos de encuentros de poetas de todo tipo que quieren escribir, leer y escuchar con una copa en la mano. Su dueño es Carlos Salem, escritor de novelas y poesía. La noche en la que conocí a Leo Zelada lo escuché leyendo el poema que aquí publicamos, y que ha motivado esta entrevista.
-¿A qué se debe tu seudónimo "Leo Zelada"?
Es un homenaje a dos personas que me influenciaron en mi juventud. La primera persona es un poeta que firmaba como Eme Zelada y que era la tribu urbana de los Hard Core, el cual murió en el proceso de guerra civil del Perú. El otro es Leo Escoria el vocalista del grupo punk Leuzemia, abanderado de la movida underground en Lima. De Escoria tomé Leo y de Eme tomé Zelada. Así nació el seudónimo Leo Zelada.
-La impresión personal y general que tengo es que la aptitud de los escritores españoles actuales hacia la literatura es de poca confianza con la experimentación y la libertad expresiva. Mientras encuentro asombroso el ejemplo, para decir uno, de Augusto Roa Bastos, que en la novela Yo, el supremo renueva totalmente el castellano como lengua literaria. Pero estamos hablando de un escritor latino americano. Y es verdad que en la casi totalidad de los premios literarios que se celebran aquí en España, siempre hay por lo menos un ganador que viene de América Latina. Entonces, ¿es verdad que esos escritores han traído nueva luz a la lengua literaria de España?
He visto ciudades como París, Roma, Madrid, New York como bellos museos, como elegantes cementerios culturales. Todo está planificado al milímetro. Parecen tener vida, pero en realidad esconden un tedio insoportable. Los espacios bohemios y culturales existen, pero solo como guetos sin mayor impacto social. El lenguaje literario está alejado del lenguaje del ciudadano de a pie. Es que no hay la vitalidad cultural que tuvieron en la primera mitad del siglo XX. Ahora parecen ciudades de postal, donde no existe bohemia, ni actividad artística de ruptura. La cultura allí esta circunscrita a la abulia de los centros culturales y museos. La bohemia se hace en fiestas privadas. Osea hay un divorcio entre el espacio artístico y el público.
Los escritores latinoamericanos, no solo han traído luz a España, sino al mundo. Tanto en la poesía como en narrativa. El último ejemplo es Roberto Bolaño (el autor de 2666) quien no solo triunfa en Europa, sino que es la nueva sensación literaria en Estados Unidos. Creo en general que la literatura en su vertiente más fresca y renovadora ha muerto en Occidente. La gran literatura en ingles, francés o español viene de escritores que provienen de las ex colonias y que se han venido a Europa a residir. Esto trae acentos, colores, miradas, sabores distintos que van hacer renacer la tradición y crear un nuevo canon más global.
-He leído en tu nota biográfica que antes de llegar a Madrid has viajado mucho. ¿Qué valor tiene el viaje para ti, qué tipo de experiencia es? ¿La relacionas con la literatura? ¿Dónde has viajado y qué hacías?
Todo viaje es una aventura hacia uno mismo. Por eso me gustan los grandes poetas de la dinastía Tang como Li Bai o Du Fu. Quienes luego de acabar su aprendizaje académico, recorrían China como viajeros en busca de la iluminación. En realidad en China está el origen de la poesía y no en Grecia.
Primero empecé por viajar y conocer Perú y puedo decir que lo he recorrido casi entero. Posteriormente realice un viaje desde Lima hasta Estados Unidos, atravesando como mochilero una docena de países en mi trayecto. He conocido en ese viaje la selva del Amazonas y sus diferentes tonalidades de verde en sus plantas. He atravesado Los Andes y la selva del Darién. En Costa Rica una vez pude ver dos arco iris juntos. Uno pegado al otro. He visto las aguas más turquesas en el Caribe Colombiano. Y en Guatemala he escuchado, aunque suene paradójico, el sonido del silencio. Conozco ahora varias ciudades de Europa y España. Pienso viajar por tren hasta Rusia, a finales de año, y de allí agarrar el ferrocarril transiberiano hasta Mongolia. Iré con una mochila y mi portátil. Me imagino que de esta nueva travesía saldrá mi nueva novela.
La literatura es un viaje hacia la palabra.
-Me comentaste en una ocasión que tú tenías el "sueño literario" de venir a vivir a Madrid. ¿Por qué? ¿En que sentido Madrid es un "sueño" para los escritores americanos (y para ti)?
Lo vengo diciendo desde hace años. Madrid es la nueva París para los escritores Latinoamericanos. Aquí residen diversos poetas y escritores de Argentina, México, Chile, Perú, Colombia, Cuba que vienen con obra ya hecha y una pasión total por la literatura. Conozco a la mayoría de ellos y por eso afirmo esto. Las grandes editoriales en lengua castellana están en Madrid. Como también los nuevos sellos editoriales que están saliendo con fuerza al mercado. Pero sobre todo porque Madrid es una ciudad que es muy receptiva con los migrantes. Aquí un gran sector son migrantes de otras ciudades de España o del extranjero. Por eso esa fraternidad que se respira en estas calles. Es una ciudad acogedora. Eso es lo que gusta.
-¿Qué tipo de relación tienes, en tu día a día, con el tema del ser emigrante? ¿Tienes relaciones con alguna comunidad de Latinos? ¿Podrías contarme algo relativamente a la experiencia de emigración de la gente de tu Continente, que no sean ni artistas, ni intelectuales?
Bueno yo tengo amigos que no son intelectuales y que realizan diversos trabajos manuales. Se por ellos que la situación esta dura. Más aun con la crisis. Trabajan muchas horas para tener poco dinero. Casi todo se les va en las remesas que envían para sus familiares en sus países de origen. Sin embargo aquí ellos tienen una oportunidad de salir adelante. Lo cual en América no se ve salida alguna.
-Háblame de tus publicaciones, las que son más importantes para ti.
He publicado cuatro libros de poesía y una novela. De mis libros de poesía puedo destacar los últimos publicados. Uno se titula Opúsculo de un Nosferatu a punto de Amanecer, que es una historia de amor entre un vampiro y una ninfa. Este libro es mágico y tiene algo muy profundo de mí. Luego está
Como vez la literatura es mi vida.
-Acabo de leer "La senda del dragón". Háblame de la historia de este libro, cómo ha nacido, de dónde surgió esta inspiración hacia lo oriental, quienes son esos "maestros" a los que diriges tus poemas.
Este libro nació de mi admiración hacia la poesía oriental. Lo estuve trabajando desde hace 10 años. Dicen los estudiosos que para ser poeta en la dinastía Tang tenías que saber de caligrafía, pintura, filosofía y conocer las más de 100 escuelas literarias que formaban parte de la tradición poética china. Todo esto siglos antes de Cristo. Un poeta en esa cultura era alguien especial y muy estimado.
Mis maestros han sido Li Bai y Du Fu. Así como Matsuo Bashio y Santoka. Este poemario
-¿Podrías hablarme de cuáles son tus escritores-guías, esos que te han y siguen inspirándote, y que te han dado el primer impulso a escribir?
Los autores que más me han influenciado y que releo constantemente son Charles Baudelaire, Octavio Paz, Edith Sodergran, Jorge Luis Borges, Bruce Chatwin, Cesar Vallejo, Ibn Zaydun, Leopoldo María Panero, Yasunari Kawabata, Roberto Bolaño, Charles Bukowski, Novalis y Eunice Odio.
-Cuéntame un día tuyo, un día típico, de la mañana a la noche (o al revés, si es que lo prefieres). Lecturas, escritura, amistades, trabajo.
Mi día empieza a la 1 de la tarde. Me baño, almuerzo, abro mi portátil y me pongo a trabajar en la editorial y responder mails. También veo cuando puedo mi blog. Desde las 9 de la noche cierro el portátil y me voy a las lecturas poéticas o tertulias que tengo semanalmente. También a algunas presentaciones de amistades o autores que me interesa escuchar. Generalmente regreso sobre la 1 de madrugada a casa. Y desde esa hora hasta las 6 de la mañana me pongo a escribir novela o poesía. Esta disciplina diaria la rompo una vez por semana cuando me voy de copas. Me gusta la noche.
Valerio Cruciani.- escritor, poeta y guionista, ha publicado relatos y poemas en varios medios. Fue seleccionado como participante en la 11 Bienal de Jóvenes Artistas de Europa y del Mediterráneo, en el Festival Literario Internacional “Klandestini” de Malta, del cual fue también organizador, y en el Festival of Europe de Londres. Creó el colectivo St. Louis and Lawrence Books con el que publicó la colección de poemas las ciudades tienen los ojos siempre abiertos y el relato Milenio. Ha trabajado en la realización de documentales, exposiciones de fotografía y recitales por toda Italia. Es uno de los fundadores y redactores de la revista independiente www.amnesiavivace.it.
1 comentario:
Hola Leo.
Llego a tu blog desde el de Carlos Salem.
Me ha sorprendido mucho esto que dices: Por eso esa fraternidad que se respira en estas calles. Es una ciudad acogedora.
¿De verdad Madrid te parece acogedora y fraternal?
Yo tengo una imagen mucho más descarnada de Madrid. Violenta y poco acogedora. No la cambiaría por nada del mundo, pero pensaba que no era una ciudad como la describes. Me alegro de que haya gente que opine lo contrario.
Esto me da esperanza.
Un gran abrazo.
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