sábado, febrero 28, 2009
martes, febrero 24, 2009
Tertulias Panhispánicas ¿Poeta o poetisa? : Poesía escrita por mujeres en España y Latinoamérica
Los invitamos a la tercera sesión de las Tertulias Pan-Hispánicas que tendrá como tema:
¿Poeta o poetisa? : Poesía escrita por mujeres en España y Latinoamérica.
Será este viernes 27 de febrero a las 22:00 horas, en “Los Diablos Azules” de la c/ Apodaca nº 6 Metro Tribunal, Madrid.
Aquí dejo la opinión de una importante poeta joven española. La cual me ha pedido guardar el anonimato:
“No puedo asistir este viernes, aunque muchas gracias. Pero si quieres mi opinión sobre el tema: prefiero poeta mil veces antes que poetisa.
No sé cómo es en Hispanoamérica, pero en España (en la época en que vivimos ahora) siempre he visto hablar de "poetisa" a gente tradicional, machista muchas veces, o a personas que no suelen leer poesía y que le aplica a la palabra "poetisa" un poco de afectación. Poetisa -aunque sea el término más correcto a nivel filológico- tiene ahí encima el peso de la tradición, la losa sobre las mujeres que escriben, y un tinte cursi (poetisa, sacerdotisa...) pretencioso. Sobre la corrección filológica, desde principios del XX ya no hace falta ceñirse a ella en cuanto a términos de arte. Creo que denominarse poeta o poetisa marca una diferencia de una actitud o de estética ante la poesía importante”.
La destacada poeta peruana Silvia Llanto -residente en Barcelona -de modo irreverente y lúcida opina también sobre el tema:
“Coincido que me agrada más emplear el término poeta al de poetisa, pues éste último está lleno de los prejuicios de una sociedad patriarcal y falocéntrica, muchas veces enquistada en las mismas mujeres que las reproducen.
En esta tertulia podríamos añadir una segunda pregunta: ¿Tiene género la literatura?
Creo que las mujeres tenemos una visión particular, escribimos con los huevos que a muchos hombres les falta”.
Pueden participar poetas, lectores, artistas o público en general. Entrada Libre.
jueves, febrero 19, 2009
Entrevista en Madridpress: “Madrid es la nueva París para los escritores latinoamericanos”
Agradezco a Félix Rosado por la entrevista realizada en el diario Madridpress. La pueden ver en este enlace:
http://www.madridpress.com/noticia.asp?ref=84915
Reproduzco la misma a continuación:
“Madrid es la nueva París para los escritores latinoamericanos”
Leo Zelada, poeta del Perú, reside en Madrid. Se mueve en los ambientes literarios de la capital de España como pez en el agua. No duda en señalar que Madrid es la nueva París literaria. Madridpress le entrevistó.
1. ¿Cuánto tiempo llevas en España, bienvenido por cierto, y, lo más difícil de responder: Por qué? (Si me preguntas por qué, te digo: por qué venirse de Perú, tu tierra querida, a España?
R: Gracias Félix. Llevo residiendo en España tres años. Decidí venir a Europa luego de un viaje que realice a la aventura desde 1983 a 1998, mochila al hombro, desde Lima atravesando los Andes, cruzando el Amazonas, la selva del Darien, El Caribe y Chiapas hasta llegar a Los Ángeles, en Estados Unidos. De esa experiencia salió el tema de mi actual novela. Al regresar a Lima me sentí extranjero en mi propio País. Mis mejores amigos habían fallecido en la guerra interna y el Perú había cambiado. De pronto me sentí que no encajaba.Pero también es verdad que había logrado mi techo en Perú y quedarme hubiera significado mi estancamiento como creador. En suma vine pues a Madrid a lograr consolidar la internacionalización de mi obra literaria y conocer Europa, que era mi sueño. Sabía que Madrid era en estos momentos la nueva París para los escritores latinoamericanos.
2. Es difícil explicar la nueva literatura, con Internet, la globalización y los estilos se multiplican, pero tú cómo explicarías el fenómeno artístico literario en el siglo XXI, algo para mí in-a-tra-pa-ble.
R: Creo que la literatura oral y escrita tiene cabida en el siglo XXI. Empero la literatura realizada mediante Internet es la fuerza motora entre los autores más jóvenes. Por eso el auge de los blogs y revistas virtuales. Estamos en la era de la literatura digital.
3. ¿Qué visión tienes del panorama literario que has encontrado? Ya he leído tus 'duras' críticas a lo que se vende, y, sobre todo, a algunos premios, así sean de renombre.
R: Veo que los autores más interesantes están alejados de los cenáculos. Como en una especie de autoexilio. Carlos Edmundo de Ory esta en Francia. Leopoldo Maria Panero, en un Psiquiátrico de Canarias. Juan Goytisolo, en Marruecos.El circuito literario oficial está vendido totalmente al mercado. No importa la calidad de lo que escribe. Importa si vende o no. Los premios y recepción de la obra de los escritores dependen del peso que tengan las corporaciones editoriales que los editen.Sin embargo hay un fenómeno de editoriales nuevas que están apostando por nuevos autores. La prensa aún no se da totalmente cuenta. Pero hay un boom literario poético y narrativo en Madrid. El cual existe en paralelo al circuito académico. Cuando los medios de comunicación se den cuenta. Este ya habrá finalizado.
4. Personalmente, llevas con tu obra a tus ancestros y, también, lejanías cercanas, permíteme decirlo así, con la belleza de los haikus, ¿existe la poesía en occidente, o sólo donde nace y se pone el Sol?
R: La poesía que me ha nutrido es la de Occidente. Pero me interesan también las otras tradiciones poéticas que no han sido suficientemente estudiadas. A pesar de que se me conoce más como un autor posmoderno y de vanguardia. Mis dos últimos libros son rescate de tradiciones. La Senda Del Dragón es un homenaje a la poesía oriental y La antología Poética del Imperio Inka es una recuperación de la poesía escrita durante el imperio Quechua.Con sus matices y lagunas. Occidente es ahora todo el planeta.
5. ¿crees que el público está en condiciones de recuperar el clasicismo literario?
R: Siempre existirá tensión entre lo clásico y los acanónicos. Toda vanguardia trascendente se termina convirtiendo en parte del canon. Clásico es el surrealismo. El concepto clasicismo se va resemantizando.
6. La letra literaria actual ¿está contaminada acaso? y sólo encontramos literatura pura en oasis dispersados....
R: Se ha pasado del romanticismo cursi estilo Bécquer al fatuo malditismo Bukowskiano. La literatura en Europa y Estados Unidos como espacio vital y romántico ha muerto. Se hace aburrida metaliteratura entre los que se creen cultos y grafittis sin menor rigor entre los falsos antisistema. Pero ahora se está poniendo de moda hablar del tema de las guerras internas nacionales o de Irak, Gaza quitándole su sentido crítico y su complejidad para solo vendernos una literatura sensacionalista y superficial que juega con el drama de miles de muertos inocentes.
7. Personalmente, te diré que observo y veo que estamos ante un nuevo gurú literario, y aquí te incluyo aparte como un autor pensador, un agitador de hojas y lápices, un apasionado de los libros, un defensor de las artes de la escritura, ¿tú qué piensas de ti? También sé que autodefinirse puede ser complicado, pero te animo a responder.
R: Me veo como un Dragón.
8. Pregunta difícil, o no, ¿Cuál es tu autor preferido? ... Y dinos un verso, de los muchos que tienes en la memoria
R: Tengo muchos autores que me gustan. No podría decirte solo uno. Un verso que me gusta mucho mío es este: “Alcanzar al menos la vastedad del instante / la plenitud del momento / he allí mi eternidad.
9. ¿Shakespeare, Cervantes, Gabo, Lin Yu Tang, Yasunari Kawabata? ... qué nombres incluirías en una lista diez, disculpa la manía del diez, quizá sólo sean ocho, o veintisiete,... de la literatura universal.
R: Podría decirte mi lista de autores que estoy leyendo ahora y me gustan:
1.- Ibn Zaydun 2.- Santoka 3.- Edith Sodergran 4.- Eunice Odio 5.- Roberto Bolaño 6.- Leopoldo Maria Panero 7.- Danilo Kiss 8. - Elizabeth Barrett Browning
10. Última pregunta. Elige un haiku y cerramos la entrevista con él:
R: Este de Santoka que me fascina.
Ware ima koko ni
umi no aosa no
kagiri nashi
Yo, ahora, aquí,
el azul de un mar
que no tiene limites
http://www.madridpress.com/noticia.asp?ref=84915
Reproduzco la misma a continuación:
“Madrid es la nueva París para los escritores latinoamericanos”
Leo Zelada, poeta del Perú, reside en Madrid. Se mueve en los ambientes literarios de la capital de España como pez en el agua. No duda en señalar que Madrid es la nueva París literaria. Madridpress le entrevistó.
1. ¿Cuánto tiempo llevas en España, bienvenido por cierto, y, lo más difícil de responder: Por qué? (Si me preguntas por qué, te digo: por qué venirse de Perú, tu tierra querida, a España?
R: Gracias Félix. Llevo residiendo en España tres años. Decidí venir a Europa luego de un viaje que realice a la aventura desde 1983 a 1998, mochila al hombro, desde Lima atravesando los Andes, cruzando el Amazonas, la selva del Darien, El Caribe y Chiapas hasta llegar a Los Ángeles, en Estados Unidos. De esa experiencia salió el tema de mi actual novela. Al regresar a Lima me sentí extranjero en mi propio País. Mis mejores amigos habían fallecido en la guerra interna y el Perú había cambiado. De pronto me sentí que no encajaba.Pero también es verdad que había logrado mi techo en Perú y quedarme hubiera significado mi estancamiento como creador. En suma vine pues a Madrid a lograr consolidar la internacionalización de mi obra literaria y conocer Europa, que era mi sueño. Sabía que Madrid era en estos momentos la nueva París para los escritores latinoamericanos.
2. Es difícil explicar la nueva literatura, con Internet, la globalización y los estilos se multiplican, pero tú cómo explicarías el fenómeno artístico literario en el siglo XXI, algo para mí in-a-tra-pa-ble.
R: Creo que la literatura oral y escrita tiene cabida en el siglo XXI. Empero la literatura realizada mediante Internet es la fuerza motora entre los autores más jóvenes. Por eso el auge de los blogs y revistas virtuales. Estamos en la era de la literatura digital.
3. ¿Qué visión tienes del panorama literario que has encontrado? Ya he leído tus 'duras' críticas a lo que se vende, y, sobre todo, a algunos premios, así sean de renombre.
R: Veo que los autores más interesantes están alejados de los cenáculos. Como en una especie de autoexilio. Carlos Edmundo de Ory esta en Francia. Leopoldo Maria Panero, en un Psiquiátrico de Canarias. Juan Goytisolo, en Marruecos.El circuito literario oficial está vendido totalmente al mercado. No importa la calidad de lo que escribe. Importa si vende o no. Los premios y recepción de la obra de los escritores dependen del peso que tengan las corporaciones editoriales que los editen.Sin embargo hay un fenómeno de editoriales nuevas que están apostando por nuevos autores. La prensa aún no se da totalmente cuenta. Pero hay un boom literario poético y narrativo en Madrid. El cual existe en paralelo al circuito académico. Cuando los medios de comunicación se den cuenta. Este ya habrá finalizado.
4. Personalmente, llevas con tu obra a tus ancestros y, también, lejanías cercanas, permíteme decirlo así, con la belleza de los haikus, ¿existe la poesía en occidente, o sólo donde nace y se pone el Sol?
R: La poesía que me ha nutrido es la de Occidente. Pero me interesan también las otras tradiciones poéticas que no han sido suficientemente estudiadas. A pesar de que se me conoce más como un autor posmoderno y de vanguardia. Mis dos últimos libros son rescate de tradiciones. La Senda Del Dragón es un homenaje a la poesía oriental y La antología Poética del Imperio Inka es una recuperación de la poesía escrita durante el imperio Quechua.Con sus matices y lagunas. Occidente es ahora todo el planeta.
5. ¿crees que el público está en condiciones de recuperar el clasicismo literario?
R: Siempre existirá tensión entre lo clásico y los acanónicos. Toda vanguardia trascendente se termina convirtiendo en parte del canon. Clásico es el surrealismo. El concepto clasicismo se va resemantizando.
6. La letra literaria actual ¿está contaminada acaso? y sólo encontramos literatura pura en oasis dispersados....
R: Se ha pasado del romanticismo cursi estilo Bécquer al fatuo malditismo Bukowskiano. La literatura en Europa y Estados Unidos como espacio vital y romántico ha muerto. Se hace aburrida metaliteratura entre los que se creen cultos y grafittis sin menor rigor entre los falsos antisistema. Pero ahora se está poniendo de moda hablar del tema de las guerras internas nacionales o de Irak, Gaza quitándole su sentido crítico y su complejidad para solo vendernos una literatura sensacionalista y superficial que juega con el drama de miles de muertos inocentes.
7. Personalmente, te diré que observo y veo que estamos ante un nuevo gurú literario, y aquí te incluyo aparte como un autor pensador, un agitador de hojas y lápices, un apasionado de los libros, un defensor de las artes de la escritura, ¿tú qué piensas de ti? También sé que autodefinirse puede ser complicado, pero te animo a responder.
R: Me veo como un Dragón.
8. Pregunta difícil, o no, ¿Cuál es tu autor preferido? ... Y dinos un verso, de los muchos que tienes en la memoria
R: Tengo muchos autores que me gustan. No podría decirte solo uno. Un verso que me gusta mucho mío es este: “Alcanzar al menos la vastedad del instante / la plenitud del momento / he allí mi eternidad.
9. ¿Shakespeare, Cervantes, Gabo, Lin Yu Tang, Yasunari Kawabata? ... qué nombres incluirías en una lista diez, disculpa la manía del diez, quizá sólo sean ocho, o veintisiete,... de la literatura universal.
R: Podría decirte mi lista de autores que estoy leyendo ahora y me gustan:
1.- Ibn Zaydun 2.- Santoka 3.- Edith Sodergran 4.- Eunice Odio 5.- Roberto Bolaño 6.- Leopoldo Maria Panero 7.- Danilo Kiss 8. - Elizabeth Barrett Browning
10. Última pregunta. Elige un haiku y cerramos la entrevista con él:
R: Este de Santoka que me fascina.
Ware ima koko ni
umi no aosa no
kagiri nashi
Yo, ahora, aquí,
el azul de un mar
que no tiene limites
miércoles, febrero 18, 2009
La Senda del Dragón en You Tube. Programa NCI que sale en TV24 horas de España
Gracias Guillermo por subir este vídeo. Es la cobertura que hace Televisión Española 24 Horas a la presentación de mi libro La Senda Del Dragón. El programa se titula Noticias Culturales Iberoamericanas. Se ve a nivel nacional en España y en el resto del mundo por cable.
martes, febrero 17, 2009
El Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín en la mira: La Teta Asustada y Racista de Claudia Llosa texto de Carlos Quiroz
En nuestra sección polémica. Reproducimos el texto del artista peruano Carlos Quiroz quien reside en Washington, Estados Unidos. El cual lanza duras críticas contra la película La Teta Asustada de Claudia Llosa. Film que acaba de ganar el premio Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín. Reproduzco la crítica en mención.
Ellos se alimentan de la crueldad y la malicia: aborrecen la justicia y la igualdad porque disfrutan del abuso y la explotación.El primer embajador.Guamán Poma de Ayala, siglo XVII.
Claudia Llosa es una de esos individuos que perfeccionan su falsedad y visten sus intenciones de lo opuesto, presentándose con "buenas" intenciones. Pero sus antecedentes la delatan: su anterior filme Madeinusa nos presenta a los andinos como salvajes e idiotas.Ahora regresa con La Teta Asustada, otro eructo de asolapado racismo y ejemplo de como los medios de Lima -vía Barcelona y Madrid- les encanta burlarse de los andinos y nuestras culturas.Esta película no se trata de la vida de una mujer andina traumada por la violencia interna en Perú, como Llosa vende el cuento en Europa. Es acerca de mostrar la vida de una pianista limeña muy sofisticada, pseudo educada –y bien blanca- y como ejemplo de superioridad, mostrar a la empleada andina, la pobrecita, sumisa, superticiosa.El discurso del filme habla de simpatía indigenista, pero la imagen grita de una mala intención y de burla malosa, de comparación exagerada haciendo un paralelo entre las vidas de ambas.Claudia Llosa, como mucha gente blanca de Lima, no conoce bien a los pueblos y culturas indígenas de los Andes: nos miran de lejitos hasta cuando conviene, digamos cuando quieren mano de obra barata o hacer dinero con nuestras tradiciones. Esa ignorancia la traducen luego en un complejo de superioridad paternalista.Llosa es parte de esa diminuta elite blanca de Lima, y es sobrina del racista novelista hispano-peruano Mario Vargas Llosa. Entonces no sorprende que su película haya recibido financiamiento de dos canales de TV de España: Televisión de Catalunya y Televisión Española. No es una coincidencia, pues sabemos por historia propia: a los europeos les encanta crear historias acerca de otros pueblos y culturas, sin incluir nuestras voces.Ellos los blancos racistas -que no son todos los blancos peruanos felizmente- asumen que tienen la autoridad de retratarnos a los nativos como gente curiosa, exótica, productos de las montañas, viviendo en risibles pueblitos subdesarrollados. Nos miran a los andinos como amuletos de observación curiosa, y de explotación mercantil.Es como le ocurre a los indígenas de Cusco, Lima o Iquitos que son usados para las fotos de postales y de cumbres internacionales, o de promoción turística del gobierno de Perú en el mundo. Pero a los nativos peruanos no les llegan la milésima parte de las ganancias de PeruRail o Lan Chile, ni de los hoteles lujosos que están apareciendo en la capitales de los quechuas, los rímac y los iquitos.Entonces como toda folklorista convenida, Claudia Llosa se apropia de las culturas andinas para hacer filmes que impresionen a extranjeros y a ignorantes. A ella no le importan nuestros indígenas peruanos como seres humanos, sino como personajes curiosos y como objeto de burla, de reojo.Al mismo tiempo, ellos los blancos racistas se presentan a sí mismos como regios y buenos, y atractivos, mientras que a nosotros los cobrizos nos ponen brutitos y necesitados, y dependientes de ellos claro.Lo que es peor: nosotros les aplaudimos como sirvientes útiles. Para los que no comprenden, explico: en Perú existe un mestizaje de razas y culturas, pero nuestra mayor herencia es indígena y afro descendiente. Desafortunadamente el racismo y clasismo todavía mantienen divididos a los peruanos, y causa abusos basados en el color de la piel.Ahora que la película se ha estrenado, la elite de Lima y sus amigos europeos se van a emborrachar de premios –inventados por ellos mismo, no? Ellos escribirán críticas favorables en sus diarios y revistas, y los medios basura de Lima convencerán a los peruanos que este bodrio racista es motivo de orgullo nacional.Después de todo, si los europeos dicen que es buena… Eso explica el porque esta peliculita ha sido estrenada primero en Berlín y no en alguna ciudad andina peruana. Llosa quiere impresionar a los europeos, y ha llevado consigo a la actriz ayacuchana Magaly Solier como su mascota exótica, para vender su producto.Esta película se trata de dinero, fama y poder, no para crear una diferencia. Ellos harán dinero con su versión de nuestra historia, nuestras culturas, mostrándonos como objeto de vitrina, con asqueante mirada de superioridad. En ese sentido, están esparciendo veneno en las mentes de nuestros jóvenes y viene con sonrisa y colorines, pero es veneno envuelto en bolsa de caramelo.Nosotros los peruanos podríamos tragarnos ese veneno, y seguiremos viviendo con el complejo de inferioridad que abunda en Perú y que es causa de tanta opresión entre nosotros mismos. Eso es exactamente lo que ellos necesitan para seguir explotándonos, y mantenernos oprimidos y odiándonos a nosotros mismos.Es muy probable que Claudia Llosa continúe siendo una personal cruel y mal intencionada, a menos que se enfrente a sus demonios, y limpie su alma y mente de esa enfermedad llamada racismo. Hasta ahora ha hecho tanto daño a nuestra gente, pero está en nuestras manos el prevenir que nuestros niños aprendan y sean afectados por esta porquería.
La teta asustada y racista de Claudia Llosa por Carlos Quiroz
Ellos se alimentan de la crueldad y la malicia: aborrecen la justicia y la igualdad porque disfrutan del abuso y la explotación.El primer embajador.Guamán Poma de Ayala, siglo XVII.
Claudia Llosa es una de esos individuos que perfeccionan su falsedad y visten sus intenciones de lo opuesto, presentándose con "buenas" intenciones. Pero sus antecedentes la delatan: su anterior filme Madeinusa nos presenta a los andinos como salvajes e idiotas.Ahora regresa con La Teta Asustada, otro eructo de asolapado racismo y ejemplo de como los medios de Lima -vía Barcelona y Madrid- les encanta burlarse de los andinos y nuestras culturas.Esta película no se trata de la vida de una mujer andina traumada por la violencia interna en Perú, como Llosa vende el cuento en Europa. Es acerca de mostrar la vida de una pianista limeña muy sofisticada, pseudo educada –y bien blanca- y como ejemplo de superioridad, mostrar a la empleada andina, la pobrecita, sumisa, superticiosa.El discurso del filme habla de simpatía indigenista, pero la imagen grita de una mala intención y de burla malosa, de comparación exagerada haciendo un paralelo entre las vidas de ambas.Claudia Llosa, como mucha gente blanca de Lima, no conoce bien a los pueblos y culturas indígenas de los Andes: nos miran de lejitos hasta cuando conviene, digamos cuando quieren mano de obra barata o hacer dinero con nuestras tradiciones. Esa ignorancia la traducen luego en un complejo de superioridad paternalista.Llosa es parte de esa diminuta elite blanca de Lima, y es sobrina del racista novelista hispano-peruano Mario Vargas Llosa. Entonces no sorprende que su película haya recibido financiamiento de dos canales de TV de España: Televisión de Catalunya y Televisión Española. No es una coincidencia, pues sabemos por historia propia: a los europeos les encanta crear historias acerca de otros pueblos y culturas, sin incluir nuestras voces.Ellos los blancos racistas -que no son todos los blancos peruanos felizmente- asumen que tienen la autoridad de retratarnos a los nativos como gente curiosa, exótica, productos de las montañas, viviendo en risibles pueblitos subdesarrollados. Nos miran a los andinos como amuletos de observación curiosa, y de explotación mercantil.Es como le ocurre a los indígenas de Cusco, Lima o Iquitos que son usados para las fotos de postales y de cumbres internacionales, o de promoción turística del gobierno de Perú en el mundo. Pero a los nativos peruanos no les llegan la milésima parte de las ganancias de PeruRail o Lan Chile, ni de los hoteles lujosos que están apareciendo en la capitales de los quechuas, los rímac y los iquitos.Entonces como toda folklorista convenida, Claudia Llosa se apropia de las culturas andinas para hacer filmes que impresionen a extranjeros y a ignorantes. A ella no le importan nuestros indígenas peruanos como seres humanos, sino como personajes curiosos y como objeto de burla, de reojo.Al mismo tiempo, ellos los blancos racistas se presentan a sí mismos como regios y buenos, y atractivos, mientras que a nosotros los cobrizos nos ponen brutitos y necesitados, y dependientes de ellos claro.Lo que es peor: nosotros les aplaudimos como sirvientes útiles. Para los que no comprenden, explico: en Perú existe un mestizaje de razas y culturas, pero nuestra mayor herencia es indígena y afro descendiente. Desafortunadamente el racismo y clasismo todavía mantienen divididos a los peruanos, y causa abusos basados en el color de la piel.Ahora que la película se ha estrenado, la elite de Lima y sus amigos europeos se van a emborrachar de premios –inventados por ellos mismo, no? Ellos escribirán críticas favorables en sus diarios y revistas, y los medios basura de Lima convencerán a los peruanos que este bodrio racista es motivo de orgullo nacional.Después de todo, si los europeos dicen que es buena… Eso explica el porque esta peliculita ha sido estrenada primero en Berlín y no en alguna ciudad andina peruana. Llosa quiere impresionar a los europeos, y ha llevado consigo a la actriz ayacuchana Magaly Solier como su mascota exótica, para vender su producto.Esta película se trata de dinero, fama y poder, no para crear una diferencia. Ellos harán dinero con su versión de nuestra historia, nuestras culturas, mostrándonos como objeto de vitrina, con asqueante mirada de superioridad. En ese sentido, están esparciendo veneno en las mentes de nuestros jóvenes y viene con sonrisa y colorines, pero es veneno envuelto en bolsa de caramelo.Nosotros los peruanos podríamos tragarnos ese veneno, y seguiremos viviendo con el complejo de inferioridad que abunda en Perú y que es causa de tanta opresión entre nosotros mismos. Eso es exactamente lo que ellos necesitan para seguir explotándonos, y mantenernos oprimidos y odiándonos a nosotros mismos.Es muy probable que Claudia Llosa continúe siendo una personal cruel y mal intencionada, a menos que se enfrente a sus demonios, y limpie su alma y mente de esa enfermedad llamada racismo. Hasta ahora ha hecho tanto daño a nuestra gente, pero está en nuestras manos el prevenir que nuestros niños aprendan y sean afectados por esta porquería.
lunes, febrero 16, 2009
Entrevista en TV española a David Escobar
Mediante Noticias Culturales Iberoamericanas. Programa que se trasmite en TV24 horas de España y a diversos canales de América y Europa. Paso a continuación la entrevista del destacado poeta salvadoreño quien es el último autor publicado por Lord Byron ediciones.
Juan Carlos Gómez y David Escobar en Madridpress
Las últimas publicaciones de Lord Byron ediciones acaban de salir reseñadas en Madridpress. Paso a pegar aquí la cobertura periodística:
El libro A Paso Lento, del asturiano Juan Carlos Gómez Rodríguez, y Manual de Transparencia, de David Escobar Galindo, poeta de El Salvador, se presentaron en Madrid el pasado 2 de febrero.
El libro A Paso Lento, del asturiano Juan Carlos Gómez Rodríguez, y Manual de Transparencia, de David Escobar Galindo, poeta de El Salvador, se presentaron en Madrid el pasado 2 de febrero.
La vela literaria estuvo encauzada por el también poeta Leo Zelada, quien dijo que Juan Carlos Gómez y David Escobar son dos de los más sobresalientes poetas actuales en lengua castellana.
Juan Carlos Gómez, un apasionado de la cultura oriental, ávido lector de poesía china, japonesa y coreana, ha creado un mundo personal de haikus dentro de esta globalización que traspasa fronteras y que ha llevado a un poeta de Gijón a construir su propio universo enraizado en esa tradición secular.
La dificultad para condensar belleza en los haikus fue aplaudida también por el poeta de El Salvador, David Escobar, quien se congratuló de escuchar la poesía de Juan Carlos Gómez declarando que él mismo también había hecho su propia incursión en los haikus.
¿Qué es un haikus? Así lo define la oratoria: un poema breve de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas. Es una de las formas de poesía tradicional japonesa más extendidas. Tradicionalmente el haiku, buscaba describir los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones, o la vida cotidiana de la gente. Muy influido por la filosofía zen, su estilo se caracteriza por la naturalidad, la sencillez y la sutileza para decir mucho en pocas palabras.
Juan Carlos Gómez leyó algunos de A Paso Lento.
Mira esa rama/Ayer promesa en flor y hoy leña a la deriva.
También recoge algunas de sus inspiraciones, como Poemas de la taza de té, con referencia al poeta Li Chang Yin, de quien retrata:
Las flores se marchitan y caen arrastradas/por el viento de otoño/¿A dónde va el perfume de las flores?
Y de ahí a su tierra, con este haiku:
Otoño en Asturias/Entre praderas/Rojos verdes y ocres/En la vaguada.
DAVID ESCOBAR, DÉCIMAS BLANCAS
El poeta de El Salvador David Escobar, por su parte, señala que su libro Manual de Transparencias está compuesto por décimas blancas, en eneasílabos libres. "Fueron naciendo en la espontaneidad del día a día que se dedica a otros afanes".
Algunas de sus contenidos, dice, son confesiones, otras advertencias. En todo caso, emociones del sentir.
INTERMEDIO FLORAL
David Escobar escribe:El horizonte no regresan/son nuestros pasos los que reconquistan/la ilusión de girar entre lunas y velos...... nos hará recordar que la tierra es la urna de los dioses...
Posdata. Aquí en este enlace pueden leer la noticia en Madridpress:
domingo, febrero 15, 2009
El Extranjero de Baudelaire.Traducción Leo Zelada
-¿A quién quieres más, misterioso hombre, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?
-No tengo ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano.
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido desconozco.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué lugar está situada.
-¿A la belleza?
- Ya que es divina e inmortal. La amaría.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que vosotros aborrecéis a Dios.
-Pues ¿a quién quieres entonces, enigmático extranjero?
- Solo quiero a las nubes... a las nubes que pasan por allá.... ¡a las nubes maravillosas!
miércoles, febrero 11, 2009
Gamoneda vs Gamoneda
Muchos amigos poetas me habían hablado de Gamoneda. Pero para ser sincero lo que había leído de él no me gustaba. Ante la insistencia de mis amigos poetas que consideran a Gamoneda casi un dios, aproveche una invitación que me hicieron para ir al lanzamiento de su último libro en el Círculo de Bellas Artes.
Al entrar salude a Juan Carlos Mestre. Luego hable con Gamoneda y le regale mi último libro de poesía. Me pidió que le hiciera una dedicatoria. Le entregue el poemario y quedamos en vernos en León . Antes de subir al escenario me dijo que no tenía tantos sombreros para quitarse ante la gran poesía de Cesar Vallejo. Allí me empezó a caer bien.
En el evento espere encontrarme a ese Gamoneda hermético y retorico que la academia había creado. Pero Gamoneda nos sorprende explicando que no entendía porque estaban hablando de un tal Antonio Gamoneda. Todo en un plan cachondeo. Luego dijo que las presentaciones no deberían ser así. Sino simplemente una conversación informal e intima entre amigos. Allí ya se metió con todos los presentadores. Luego que no entendía que pretendía decir Amalia Iglesias sobre su poética. Que este no era su último libro de poesía. Sino solo una recopilación de 8 poemas suyos. Aquí se metió con la editorial que había publicado el libro. Hasta le metió un jalón de orejas a su hija diciendo que le daba miedo cada vez que la oía hablar de sus poemas y que para colmo hiciera dos preámbulos hoy. Para ese momento ya la gente se mataba de la risa, Porque él decía esto en un tono desenfadado e iconoclasta. Pero en el fondo en buen rollo. Cuando se refirió a Juan Carlos Mestre se puso serio y dijo que en verdad el libro destacaba más los grabados de Mestre que sus textos. Aunque confesó que en realidad envidiaba a Juan Carlos por saber pintar y el no. Para rematar diciendo que se dejaba de bromas, obedecería a Mestre y se pondría a hacer lo que mejor sabe: Poesía.
Leyó Gamoneda un largo poema sobre la lluvia. Cuando lo hizo se acabaron las bromas y surgió un recogimiento especial entre los asistentes. En ese poema conocí a otro Gamoneda. Un Gamoneda intenso, desbordante, estremecedor. Todo el show anterior me pareció que lo hizo para desmitificar la imagen que le han creado y que él nunca tiene la oportunidad de desmentir.
Esa noche Antonio Gamoneda mato al otro Gamoneda. Esa noche coincidentemente llovió en Madrid.
Al entrar salude a Juan Carlos Mestre. Luego hable con Gamoneda y le regale mi último libro de poesía. Me pidió que le hiciera una dedicatoria. Le entregue el poemario y quedamos en vernos en León . Antes de subir al escenario me dijo que no tenía tantos sombreros para quitarse ante la gran poesía de Cesar Vallejo. Allí me empezó a caer bien.
En el evento espere encontrarme a ese Gamoneda hermético y retorico que la academia había creado. Pero Gamoneda nos sorprende explicando que no entendía porque estaban hablando de un tal Antonio Gamoneda. Todo en un plan cachondeo. Luego dijo que las presentaciones no deberían ser así. Sino simplemente una conversación informal e intima entre amigos. Allí ya se metió con todos los presentadores. Luego que no entendía que pretendía decir Amalia Iglesias sobre su poética. Que este no era su último libro de poesía. Sino solo una recopilación de 8 poemas suyos. Aquí se metió con la editorial que había publicado el libro. Hasta le metió un jalón de orejas a su hija diciendo que le daba miedo cada vez que la oía hablar de sus poemas y que para colmo hiciera dos preámbulos hoy. Para ese momento ya la gente se mataba de la risa, Porque él decía esto en un tono desenfadado e iconoclasta. Pero en el fondo en buen rollo. Cuando se refirió a Juan Carlos Mestre se puso serio y dijo que en verdad el libro destacaba más los grabados de Mestre que sus textos. Aunque confesó que en realidad envidiaba a Juan Carlos por saber pintar y el no. Para rematar diciendo que se dejaba de bromas, obedecería a Mestre y se pondría a hacer lo que mejor sabe: Poesía.
Leyó Gamoneda un largo poema sobre la lluvia. Cuando lo hizo se acabaron las bromas y surgió un recogimiento especial entre los asistentes. En ese poema conocí a otro Gamoneda. Un Gamoneda intenso, desbordante, estremecedor. Todo el show anterior me pareció que lo hizo para desmitificar la imagen que le han creado y que él nunca tiene la oportunidad de desmentir.
Esa noche Antonio Gamoneda mato al otro Gamoneda. Esa noche coincidentemente llovió en Madrid.
jueves, febrero 05, 2009
París no era una fiesta
Como todo escritor latinoamericano, yo también había crecido con la ilusión de conocer París. Mi vía crucis y desengaño empezarían cuando en la estación Sur de Madrid daría inicio a alcanzar este sueño, tan largamente anhelado, al comprar mi boleto de bus Madrid-París por Eurolines. Al llegar a la estación unos minutos antes de la hora de salida e ingresar al bus, de súbito me topé con un “cabeza rapada” vestido con jean y casaca de cuero, quien estentóreamente lanzaba besitos volados hacia mi persona. Recordé que hace unos días se había oficializado el matrimonio gay en España, más era improbable que este tipo de prácticas progresistas se dieran entre los grupos neonazis europeos, los nuevos vientos de la extrema derecha no llega a tanto, irónico pensé. Así que luego de estas rápidas deducciones, saqué como conclusión que todo esto era una simple burla de estos xenófobos y que yo me la tomé como una grave afrenta; me enfilé entonces decidido a llegar al bus, pase lo que pase, gritando “qué te pasa imbécil” al agresor mayor. Ante esta actitud tan decidida, el neonazi retrocedió unos pasos y los otros neonazis empezaron a rodearme y yo, sin darme cuenta, atravesaría ileso entre los aturdidos racistas, y así pude alcanzar el bus. Los neonazis quedaron perplejos ante mi actitud suicida, mas luego de unos segundos de confusión, se enfilaron rápidamente hacia unos árabes que les parecieron unos bocados más apetecibles que yo, su servidor, para acometer sus acciones segregacionistas, quitándoles el agua y agarrándoles a golpes impunemente. Los policías españoles, que estuvieron todo el tiempo allí en la estación sin decir nada, contemplaban sonrientes el triste espectáculo. Logré subir al bus, yo cerré los ojos y pensé solamente en llegar intacto a la Ciudad Luz.
Unas 12 horas demoró el bus en llegar hacia París, y lo primero que me sorprendió de esta ciudad fue que apareció de pronto, en las ventanas del bus, entre los prados, el glamoroso bosque verde francés. Al llegar a la estación me recibió un amigo poeta argentino y su esposa francesa, una trotamundos que además se dedica a la conservación de material fílmico. Esta pareja me ayudó a instalarme en el albergue de estudiantes Mije, en calle La Fourcy, en París X, calle aledaña al parque San Paúl y al barrio histórico de los judíos. Yo, provinciano al fin y al cabo, subo mis maletas a mi cuarto y me sorprendo al tener que entrar a mi habitación con una tarjeta y no con una simple llave. Luego de aceptar la invitación a almorzar de Diego y su esposa, como así se llaman mis anfitriones, recorro de la mano de ellos los lugares tan mágicamente imaginados: la iglesia de Notre Dame, la Universidad de La Sorbona, el Barrio Latino, Saint Germain, el museo de Louvre y el Arco del Triunfo, así como la nueva sensación de París, la famosa pirámide de cristal, lugar de peregrinaje posmoderno del best seller mundial El Código Da Vinci. Era irónico descubrir ver fervorosos lectores de esta obra que, con gestos por demás misteriosos, se detenían a contemplar religiosamente desde todos los ángulos posibles el lugar de sus entramadas conspiraciones.
Mis amigos y modernos Virgilios de esta París soñada, me decían que ya no había escritores, ni poetas, ni bohemia cultural en París, que todo era un inmenso museo para agradar al turista y obtener divisas al máximo. Y, efectivamente, no vi rastros de ningún movimiento vital cultural en París más allá de actividades apáticas y altisonantes actos culturales oficiales. Los bares y locales nocturnos en Saint Germain y el Barrio Latino cerraban a partir de las 12 de la noche sus puertas. ¿Pueden creerlo? Llevaba días de estar en París y esta sensación de mortandad cultural se acentuaba, además, con los precios altos de alquiler y comida de esta ciudad carísima y cortesana, donde dudo mucho de que un Van Gogh o un Artaud pudieran sobrevivir hoy en día en sus aceras.
Lo que sí conserva París es el gusto por la moda y el buen vestir, en Saint Germain es chic ver a la gente más estrafalaria del planeta caminar como verdaderos visionarios de la moda, así como gente que se viste con elegancia y sumo refinamiento con prendas de Jean Paúl Gautier o Versace. Allí me daría cuenta de que esta ciudad es un inmenso museo y bazar para ricos o incautos como yo. Fue inaudito cuando fui a un supermercado llamado Trouffaut, en el que exclusivamente se vendía todo tipo de flores y plantas, donde un arbolito te podía costar tranquilamente 3 mil euros o una prenda de vestir en una boutique cualquiera del Barrio Latino te podía marcar fácilmente más allá de los cuatro dígitos.
Conocería el Shakespeare and Company, la librería donde se editaría el Ulises de James Joyce y en donde hoy funciona una librería sui generis, en la que se pueden leer los libros en sus antiguos muebles, sentado en un sillón o en una cama que han acomodado para una lectura larga y placentera sin la presión de ningún empleado del lugar, atormentándote con el stress de la compra de algún libro –esto sería el paraíso de Borges, pienso–. Los dos pisos de la librería están llenos de libros y libros antiguos en su mayoría escritos en inglés, francés y castellano. En el piso leo frases de Henry Miller. Entrando en el segundo piso me encontraría al fondo del ambiente más lejano a un anciano caucásico almorzando. Me acerco respetuosamente y le pregunto, en mi pésimo inglés, si puedo entrar, y él me responde que sí; le pregunto si habla castellano y él me dice que sí; está un poco huraño él, debe pensar que soy un tonto turista que viene a romper su tranquilidad conventual; en eso, para romper el silencio que se formó detrás de estas palabras iniciales, le digo que soy poeta y le regalo mi poemario Opúsculo de un Nosferatu a punto de un amanecer, mi ultimo libro. Le confieso, afable, que soy el autor, él se sorprende, mira el libro, la foto y luego a mí; en ese momento se vuelve más comunicativo y amable, y me dice que se lo dedique a la librería, mas yo se lo dedico a él. Dice llamarse Jorge Whitman y que es pariente del insigne poeta americano, que fue amigo de Neruda y que si yo quería había una habitación en el tercer piso escondida para que se quedaran gratuitamente escritores como yo. No sé si en ese momento él fuera el único escritor vivo que existiera en París, mas me pareció el mismo Satanás en persona con tan tentadora oferta. Diez años antes no hubiera dudado en aceptar esta propuesta y quedarme a vivir en París, mas ahora estábamos en otra época, tenía deberes ineludibles que cumplir y no podía quedarme a residir aquí. Le dije con el dolor en el alma, como diría Vallejo, que hoy me iba de París; él insistió en que me quedara, yo le mostré el boleto de tren y él en ese preciso instante no añadió nada más ante tan firme resolución de mi parte y volviendo a su mutismo inicial me quedó observando con atención, que solo rompió al irme yo de la habitación confundido y él decirme en un perfecto castellano que me electrizó: “Hasta la vista, caballero”.
He ido acompañado de Elqui Burgos al cementerio de Montparnasse y he visitado religiosamente las tumbas de Man Ray, Cortázar, Baudelaire, Sartre, deteniéndome y guardando respetuoso silencio ante la tumba del gran poeta peruano César Vallejo. Salgo de este lugar santo y siento que mi largo peregrinaje desde Perú hasta París ha culminado.
Ahora con una mirada descentrada y más profunda re-descubro París. Es mi último día y recorro las calles de esta ciudad más allá de sus “museos” y me hallo con la grata sorpresa de que hay otro París que se halla reflejado en sus calles solitarias, como en las afueras de la mítica cafetería La Flore, donde escucho en este preciso instante el mejor concierto de música flamenca de mi vida, así como orquestas de charlestón y de jazz tocando piezas inolvidables en las aceras. De camino a mi hotel ya está avanzada la noche, he visto una performance de teatro impresionante cerca de Notre Dame, donde un hombre que se pone la máscara de una mujer en la parte de atrás de su cabeza, representa este personaje femenino con su espalda y la parte posterior de su cuerpo, increíble...
Hoy es mi última noche, llevo aquí cuatro días y he re-descubierto París en sus avenidas, contemplando la hermosura del río Sena iluminado por el vivo resplandor de sus luces multicolores que se estrellan cada día en las aún mágicas noches de París.
Unas 12 horas demoró el bus en llegar hacia París, y lo primero que me sorprendió de esta ciudad fue que apareció de pronto, en las ventanas del bus, entre los prados, el glamoroso bosque verde francés. Al llegar a la estación me recibió un amigo poeta argentino y su esposa francesa, una trotamundos que además se dedica a la conservación de material fílmico. Esta pareja me ayudó a instalarme en el albergue de estudiantes Mije, en calle La Fourcy, en París X, calle aledaña al parque San Paúl y al barrio histórico de los judíos. Yo, provinciano al fin y al cabo, subo mis maletas a mi cuarto y me sorprendo al tener que entrar a mi habitación con una tarjeta y no con una simple llave. Luego de aceptar la invitación a almorzar de Diego y su esposa, como así se llaman mis anfitriones, recorro de la mano de ellos los lugares tan mágicamente imaginados: la iglesia de Notre Dame, la Universidad de La Sorbona, el Barrio Latino, Saint Germain, el museo de Louvre y el Arco del Triunfo, así como la nueva sensación de París, la famosa pirámide de cristal, lugar de peregrinaje posmoderno del best seller mundial El Código Da Vinci. Era irónico descubrir ver fervorosos lectores de esta obra que, con gestos por demás misteriosos, se detenían a contemplar religiosamente desde todos los ángulos posibles el lugar de sus entramadas conspiraciones.
Mis amigos y modernos Virgilios de esta París soñada, me decían que ya no había escritores, ni poetas, ni bohemia cultural en París, que todo era un inmenso museo para agradar al turista y obtener divisas al máximo. Y, efectivamente, no vi rastros de ningún movimiento vital cultural en París más allá de actividades apáticas y altisonantes actos culturales oficiales. Los bares y locales nocturnos en Saint Germain y el Barrio Latino cerraban a partir de las 12 de la noche sus puertas. ¿Pueden creerlo? Llevaba días de estar en París y esta sensación de mortandad cultural se acentuaba, además, con los precios altos de alquiler y comida de esta ciudad carísima y cortesana, donde dudo mucho de que un Van Gogh o un Artaud pudieran sobrevivir hoy en día en sus aceras.
Lo que sí conserva París es el gusto por la moda y el buen vestir, en Saint Germain es chic ver a la gente más estrafalaria del planeta caminar como verdaderos visionarios de la moda, así como gente que se viste con elegancia y sumo refinamiento con prendas de Jean Paúl Gautier o Versace. Allí me daría cuenta de que esta ciudad es un inmenso museo y bazar para ricos o incautos como yo. Fue inaudito cuando fui a un supermercado llamado Trouffaut, en el que exclusivamente se vendía todo tipo de flores y plantas, donde un arbolito te podía costar tranquilamente 3 mil euros o una prenda de vestir en una boutique cualquiera del Barrio Latino te podía marcar fácilmente más allá de los cuatro dígitos.
Conocería el Shakespeare and Company, la librería donde se editaría el Ulises de James Joyce y en donde hoy funciona una librería sui generis, en la que se pueden leer los libros en sus antiguos muebles, sentado en un sillón o en una cama que han acomodado para una lectura larga y placentera sin la presión de ningún empleado del lugar, atormentándote con el stress de la compra de algún libro –esto sería el paraíso de Borges, pienso–. Los dos pisos de la librería están llenos de libros y libros antiguos en su mayoría escritos en inglés, francés y castellano. En el piso leo frases de Henry Miller. Entrando en el segundo piso me encontraría al fondo del ambiente más lejano a un anciano caucásico almorzando. Me acerco respetuosamente y le pregunto, en mi pésimo inglés, si puedo entrar, y él me responde que sí; le pregunto si habla castellano y él me dice que sí; está un poco huraño él, debe pensar que soy un tonto turista que viene a romper su tranquilidad conventual; en eso, para romper el silencio que se formó detrás de estas palabras iniciales, le digo que soy poeta y le regalo mi poemario Opúsculo de un Nosferatu a punto de un amanecer, mi ultimo libro. Le confieso, afable, que soy el autor, él se sorprende, mira el libro, la foto y luego a mí; en ese momento se vuelve más comunicativo y amable, y me dice que se lo dedique a la librería, mas yo se lo dedico a él. Dice llamarse Jorge Whitman y que es pariente del insigne poeta americano, que fue amigo de Neruda y que si yo quería había una habitación en el tercer piso escondida para que se quedaran gratuitamente escritores como yo. No sé si en ese momento él fuera el único escritor vivo que existiera en París, mas me pareció el mismo Satanás en persona con tan tentadora oferta. Diez años antes no hubiera dudado en aceptar esta propuesta y quedarme a vivir en París, mas ahora estábamos en otra época, tenía deberes ineludibles que cumplir y no podía quedarme a residir aquí. Le dije con el dolor en el alma, como diría Vallejo, que hoy me iba de París; él insistió en que me quedara, yo le mostré el boleto de tren y él en ese preciso instante no añadió nada más ante tan firme resolución de mi parte y volviendo a su mutismo inicial me quedó observando con atención, que solo rompió al irme yo de la habitación confundido y él decirme en un perfecto castellano que me electrizó: “Hasta la vista, caballero”.
He ido acompañado de Elqui Burgos al cementerio de Montparnasse y he visitado religiosamente las tumbas de Man Ray, Cortázar, Baudelaire, Sartre, deteniéndome y guardando respetuoso silencio ante la tumba del gran poeta peruano César Vallejo. Salgo de este lugar santo y siento que mi largo peregrinaje desde Perú hasta París ha culminado.
Ahora con una mirada descentrada y más profunda re-descubro París. Es mi último día y recorro las calles de esta ciudad más allá de sus “museos” y me hallo con la grata sorpresa de que hay otro París que se halla reflejado en sus calles solitarias, como en las afueras de la mítica cafetería La Flore, donde escucho en este preciso instante el mejor concierto de música flamenca de mi vida, así como orquestas de charlestón y de jazz tocando piezas inolvidables en las aceras. De camino a mi hotel ya está avanzada la noche, he visto una performance de teatro impresionante cerca de Notre Dame, donde un hombre que se pone la máscara de una mujer en la parte de atrás de su cabeza, representa este personaje femenino con su espalda y la parte posterior de su cuerpo, increíble...
Hoy es mi última noche, llevo aquí cuatro días y he re-descubierto París en sus avenidas, contemplando la hermosura del río Sena iluminado por el vivo resplandor de sus luces multicolores que se estrellan cada día en las aún mágicas noches de París.
lunes, febrero 02, 2009
En la tierra de Sandino y la danza de Dario
19 de junio
Aquí los buses son antiguos, casi destartalados. Extiendo mis manos rumbo a Managua. En el trayecto, a través de los vidrios de la pálida ventana, se me ofrece un panorama desolador: los campos se encuentran áridos, casas a medio destruir en casi todo el recorrido, hombres y mujeres en medio del polvo que levanta el bus, como si ellos fueran los sobrevivientes de algún cataclismo devastador. Son los vestigios de la guerra civil que sufrió este país.
Llego a Managua con los primeros rayos del sol. Esta ciudad se ve muy pobre y desordenada. Lo primero que hago al bajar es tomar un taxi, luego de regatear una tarifa adecuada a mi escasa economía, y dirigirme hacia la dirección de una poeta nicaragüense, que me dieron en San José como referencia unos poetas ticos. Al llegar me presento y ella me recibe amablemente. Está a punto de salir con su esposo a un compromiso. Luego de acomodarme en un dormitorio e invitarme a comer, yo les cuento mis desventuras. Lo que se puede contar, claro está.
Salimos, nos dirigimos a un evento organizado para celebrar una década y media de la Revolución en Nicaragua. Estamos en el patio de la catedral, que ha quedado rajada luego de un gran terremoto que azotó hace unas décadas esta ciudad. Estando en el acto cultural proceden a hablar poetas y escritores a los cuales, años antes, había admirado en mi adolescencia izquierdista. Entre ellos estaba un poeta al cual seguía con fervor por su abnegada devoción por los más pobres y por su apostolado como poeta. Estoy hablando del mítico sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal. Está el sacerdote de Solentiname, el escritor comandante, el fundador de su organización y decenas de norteamericanos y europeos festejando a más no poder el aniversario. Me impacta un poco el contraste, el derroche que se hace –luego de culminada la disertación– en el cóctel de inauguración de una muestra pictórica al costado del escenario. En el estrado se escucha la legendaria melodía Pobre la María, ay, ay, ay…
Me siento indispuesto, la pobreza que se vive en el país no justifica estos gastos y menos en gente que lucha para acabar con esas diferencias. Aunque puede ser también que esté yo muy susceptible. Al fin y al cabo, todas las inauguraciones de pintura en el mundo son así.
A mis anfitriones les comento de mi antigua admiración hacia el partido de la revolución. Ellos me expresan sus diferencias, lo cual me sorprende. Me explican que luego de la toma del poder, los comandantes se repartieron las arcas y propiedades del Estado –que el pueblo ha graficado como “la piñata”–, dejando en la mayor crisis a la nación. Que la gente cree en Sandino, pero no en los sandinistas.
20 de junio
Me despido de mis amigos y enrumbo hacia la ciudad de León –donde reposan los restos de Rubén Darío– en unos de esos buses destartalados de los setenta. Las imágenes a través de las ventanas de vidrio son de completa pobreza.
He llegado a León, la tierra del ron y el fuego ardiente. La temperatura está a unos 40 grados. Apenas tengo un par de horas de descanso. Aprovecho y me doy el gusto de visitar la tumba del gran poeta al costado de la iglesia principal de León. Entro, contemplo la tumba del maestro, pero no siento nada. Nada. ¿Cómo que no siento nada ante la tumba del gran Darío?
A partir de Panamá no sé lo que me pasa, ya no puedo disfrutar los buenos momentos. Desde Lima, solo quiero avanzar y avanzar sin detenerme.
¿Habré perdido la sensibilidad?
¡ Querido Rubén
Agita tus tambores
Danza sobre el desierto
Y que caiga la lluvia sobre mi!
Aquí los buses son antiguos, casi destartalados. Extiendo mis manos rumbo a Managua. En el trayecto, a través de los vidrios de la pálida ventana, se me ofrece un panorama desolador: los campos se encuentran áridos, casas a medio destruir en casi todo el recorrido, hombres y mujeres en medio del polvo que levanta el bus, como si ellos fueran los sobrevivientes de algún cataclismo devastador. Son los vestigios de la guerra civil que sufrió este país.
Llego a Managua con los primeros rayos del sol. Esta ciudad se ve muy pobre y desordenada. Lo primero que hago al bajar es tomar un taxi, luego de regatear una tarifa adecuada a mi escasa economía, y dirigirme hacia la dirección de una poeta nicaragüense, que me dieron en San José como referencia unos poetas ticos. Al llegar me presento y ella me recibe amablemente. Está a punto de salir con su esposo a un compromiso. Luego de acomodarme en un dormitorio e invitarme a comer, yo les cuento mis desventuras. Lo que se puede contar, claro está.
Salimos, nos dirigimos a un evento organizado para celebrar una década y media de la Revolución en Nicaragua. Estamos en el patio de la catedral, que ha quedado rajada luego de un gran terremoto que azotó hace unas décadas esta ciudad. Estando en el acto cultural proceden a hablar poetas y escritores a los cuales, años antes, había admirado en mi adolescencia izquierdista. Entre ellos estaba un poeta al cual seguía con fervor por su abnegada devoción por los más pobres y por su apostolado como poeta. Estoy hablando del mítico sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal. Está el sacerdote de Solentiname, el escritor comandante, el fundador de su organización y decenas de norteamericanos y europeos festejando a más no poder el aniversario. Me impacta un poco el contraste, el derroche que se hace –luego de culminada la disertación– en el cóctel de inauguración de una muestra pictórica al costado del escenario. En el estrado se escucha la legendaria melodía Pobre la María, ay, ay, ay…
Me siento indispuesto, la pobreza que se vive en el país no justifica estos gastos y menos en gente que lucha para acabar con esas diferencias. Aunque puede ser también que esté yo muy susceptible. Al fin y al cabo, todas las inauguraciones de pintura en el mundo son así.
A mis anfitriones les comento de mi antigua admiración hacia el partido de la revolución. Ellos me expresan sus diferencias, lo cual me sorprende. Me explican que luego de la toma del poder, los comandantes se repartieron las arcas y propiedades del Estado –que el pueblo ha graficado como “la piñata”–, dejando en la mayor crisis a la nación. Que la gente cree en Sandino, pero no en los sandinistas.
20 de junio
Me despido de mis amigos y enrumbo hacia la ciudad de León –donde reposan los restos de Rubén Darío– en unos de esos buses destartalados de los setenta. Las imágenes a través de las ventanas de vidrio son de completa pobreza.
He llegado a León, la tierra del ron y el fuego ardiente. La temperatura está a unos 40 grados. Apenas tengo un par de horas de descanso. Aprovecho y me doy el gusto de visitar la tumba del gran poeta al costado de la iglesia principal de León. Entro, contemplo la tumba del maestro, pero no siento nada. Nada. ¿Cómo que no siento nada ante la tumba del gran Darío?
A partir de Panamá no sé lo que me pasa, ya no puedo disfrutar los buenos momentos. Desde Lima, solo quiero avanzar y avanzar sin detenerme.
¿Habré perdido la sensibilidad?
¡ Querido Rubén
Agita tus tambores
Danza sobre el desierto
Y que caiga la lluvia sobre mi!
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