Siempre he admirado al caminante que se arriesga a buscar la belleza en lo desconocido. Al explorador que no se conforma con los paisajes ya descubiertos. Los idiomas son las ramas del árbol del lenguaje y, normalmente, no se tocan entre sí. Subir por ese árbol uniendo ramas diferentes - alguna de anciana certidumbre - con la savia de la palabra, es lo que hace Leo Zelada en su último libro. Conseguir que el viejo árbol añada hermanamientos en la senda del dragón, el viejo y mítico protector de la sabiduria oriental, y ponerla en las manos de los que fuimos elegidos por la vida para escribir y hablar en castellano, es la tarea propuesta. Unir mundos distantes, diferentes, a traves de la palabra. Qué bello propósito y qué hermosa consecución. "La palabra se deshiela y se hace agua" en la primavera tranquila de este libro, en el sendero de la iluminación. La poesía es siempre iluminación del que la escribe o del que la lee. En el silencio de la noche recojo y guardo la luz de unas palabras escritas en el presente, pero bajadas de la eternidad. "La senda del Dragón" es permanencia y es transcurso. En los delgados límites de la apariencia, el autor ha conseguido que el tiempo detenido en los que vivieron nuestras mismas puestas de sol, vuelva a nacer en las páginas que se frecen a nuestra vista. A mi, como escritor, me encanta descubrir, conocer, Siempre que leo a un autor con un estilo diferente al mio, doy gracias a los dioses por permitirme encontrar en la diferencia la concordancia. Porque aunque los caminos, como autores, sean diferentes, siempre hay puntos que nos permiten saber que discurrimos por el mismo mundo. Sólo la posición es distinta. Como lo es la posición de los astros, que, sin embargo, son hermanos. En esa constelación de la escritura, Leo Zelada, ocupa un lugar que alumbra el Universo. Puede parecer pequeño, porque, en comparación con él, todos lo somos, pero es, sin embargo, infinito. Porque si la Palabra es el origen, cuando esta se percibe en toda su capacidad de expresión, estamos cerca de él.
No todos los libros son iguales, incluso los de un mismo autor. En eso coincidimos. Pues no siempre viajamos de la misma manera. ni miramos de la misma forma. Que la senda de todos los dragones que preservan la vida acompañe a los que se acerquen a esta lectura. Como lo ha hecho conmigo.
Emilio Porta .- Vicesecretario de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles y Coordinador de su Departamento de Publicaciones. Poeta y Crítico literario . Autor de los Poemarios: "Compás de espera" (1983, 1993), "Porlock" (1989), "Anamarel" (1994). "Con diseño de la noche" (1995). Premios de poesía: Villa de Benasque (1995).
4 comentarios:
Leo, pasandote la noticia de que no habra fiesta en la casa, y que el domingo ahi vamos al buk por la noche...
Anoche termino de puta madre...y claro, hoy empezo bien, ja!...
saludos y nos vemos
www.ciudadsomnolienta.blogspot.com
Nos vemos en el Buk.
Hola Leo, qué maravilla este universo virtual en el que encuentras a gente conocida en cada esquina. Un abrazo
Hola Bruja,
Asi es. Y más aún si es un colega.
Besos.
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