martes, agosto 21, 2007

La Senda del Dragón

Yo ya no estaba en el sueño. Y tú me esperabas sentada en una banca, mientras las hojas caían secas y blancas sobre la tierra como un otoño japonés . Exiliado en el universo de las palabras ante mis ojos se había erigido imponente el imperio de los cristales rotos.
Aquel imperio era un templo extraño, donde cada plataforma tenía en su centro como altar un cristal brillante y diáfano. Era como un laberinto Ikebana tratando soberbio de rozar el infinito.
En aquel reino de esferas inmutables, el movimiento resuelto de mis brazos hacia tu dorada silueta, provocó lo imposible: el derrumbe de la dinastia del cristal. Tuve que atravesar el bosque de Bambù hasta poder llegar hasta ti.
Por amor me he arrojado sobre la inmutabilidad del estanque y se ha dado el inicio al florecer del cerezo: deja que el silencio nos inunde.
El viento agita las ramas de los árboles. Solitaria como las hadas del bosque, tu resplandor inunda ahora de serenidad las aguas.
Tu voz, como un sendero de plata en el crepúsculo, me señaló el camino a casa.

8 comentarios:

Sonia Betancort dijo...

Ikebana, tokonoma, la alegría del vacío, el pabellón lezamaniano. Celebro tu prosa haiku. Un fuerte abrazo

Leo Zelada dijo...

No se por que pienso que has logrado rozar parte de la esencia de este poema con tus palabras. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es un canto de amor al vacío o el amor llenando un vacío?

Un fuerte abrazo.

*_*

Leo Zelada dijo...

Es un canto cuyo proposito tienes que descubrir.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Leo, no sé, pero a veces tengo la impresión de que la blogósfera crece de manera paradójica: a medida que se expande, se hace más chiquita: las miradas de los bloggers tienden a orientarse hacia el ombligo o hacia el espejo; pocos problemas atraen su atención con tanta recurrencia como el problema de qué cosa es un blog; pocas cosas los alegran tanto, sin embargo, como la noticia de que su existencia ha sido reconocida por alguien en el mundo exterior: pocas discusiones los excitan más que la discusión acerca de su propia importancia.

Esa impresión viene acompañada por esta otra: la blogósfera, poblada, ciertamente, por grandes lectores y personajes enormemente interesantes, y espacio vital de una infinidad de proyectos importantísimos, está dando origen, como contraparte, a una clase distinta de lectores: los lectores compulsivos --imparables, insaciables-- de tonterías; verdaderos enciclopedistas de la trivialidad, capaces de visitar cien blogs en una sola mañana y enlazarlos todos y comentarlos todos, sin discriminar sus temas ni sus puntos de vista, pero en cuyas bitácoras es radicalmente imposible descubrir la huella de una sola lectura seria --jamás la sombra de un libro, nunca el rastro de un buen ensayo, el recuerdo de un debate inteligente.

Hay decenas o quizás centenares de bloggers, en todos los idiomas y todos los países, que señalan con asombro que los blogs son debates que se extienden en el tiempo, entre interlocutores que recogen, corrigen o contradicen las razones ajenas aunque no medie entre ellos ninguna otra forma de contacto (y uno se pregunta, sin ánimo de malograr la maravilla, si acaso la tradición literaria, la filosofía o la historia de las ideas son otra cosa que eso: ¿habrá que contar a la blogósfera la historia de Góngora, Faria de Souza y el Lunarejo y la conversación que sostuvieron a lo largo de medio siglo, sin jamás verse las caras y estando unos de ellos vivos y otros muertos? ¿La historia de Aristóteles y Avicena? ¿La de Homero y Joyce? ¿La de los comentaristas monacales del medioevo y su marginalia? ¿Habrá que resumir el argumento de "Los teólogos" de Borges?).

En fin: muchos bloggers, en todo el planeta, están empeñados en apuntar los rasgos falsamente novedodos de su medio antes que en producir ideas, costumbres, modales o tráficos ideológicos que le den sentido e importancia a ese medio y le otorguen una novedad que sea más que simplemente formal. En pocos días viene el día del blog y la celebración está diseñada de tal modo que la blogósfera crezca en esa fecha súbitamente, multiplicando las lecturas dentro del circuito, multiplicando los enlaces y las citas y las referencias cruzadas. A mí, personalmente, me parece que mejor se haría si se pidiera a cada blogger, en vez de recomendar otro blog, que recomiende un par de libros a los demás y que explique las razones de su elección.

El motivo por el que digo esto es elemental: el único rasgo de la blogósfera en el que todos parecen coincidir y que, a la vez, no es una total perogrullada, es el carácter democratizante que el mundo de los blogs puede alcanzar en algún momento (quienes crean que es un rasgo actual pecan de un optimismo miope: democratizar dentro de las clases medias no es democratizar demasiado, mientras el poder real quede más arriba y el acceso a la virtuosa esfera del ciberespacio siga ajeno a los de abajo). Pero, en fin: la democratización de las informaciones y la apertura del espacio de opinión no son valores importantes en sí mientras la calidad de la información transmitida no marque una mejoría y las opiniones no se basen en información más depurada.

Que el "sentido común" encuentre nuevos espacios o nuevas maneras de crecimiento no es tan relevante como expandir el acceso a un saber de mayor calidad. (El "sentido común" peruano, bueno es recordarlo, es tradicionalmente racista, sexista, clasista, xenófobo, chauvinista y homofóbico: ningún mérito hay en reproducirlo, como es el caso de Coral; el mérito está en transformarlo con saberes nuevos). Ese es el objetivo que la blogósfera debería plantearse. Y entonces sí: a celebrar.

Un abrazo de aquí a Madrid!

Leo Zelada dijo...

Interesante opiniòn suya sobre los fines y alcanzes de los blogs.

Saludos.

Leo Zelada dijo...

Ay, lo que tengo que aguantar a algunos compatriotas bloggers que quieren que les publique en mi blog a la fuerza y me envian mensajes anonimos para que les de tribuna.

Anónimo dijo...

y tu casa era la mia
y mi casa donde estes tu
donde estemos los dos
donde yo reposando en tu pecho pudiera decifrar los latidos de tu corazon en esos "te amo" que tus labios callaban y tus ojos me lo decían a cada milésima de segundo.

"TU CASA ES DONDE ESTÉ YO, DONDE ESTEMOS LOS DOS"

y ahora donde queda tu casa y la mia? donde nos hallamos en medio de estos escombros que separan el ayer del hoy? como escapamos del vacio que nos envuelve y nos convierte en polvo, que nos convierte en nada?

Esto no es un poema, no intentes criticarlo, es solo el recuerdo plasmado.

La que siempre vivirá en tu memoria como un tatuaje plasmado en tí.