Agradezco a todos los amigos y lectores que vinieron a mi firma en La Feria del Libro de Madrid. Los que fueron han ganado puntos conmigo. Al termino de la firma con los más cercanos nos hemos ido a tomar algo a una terraza, al lado de nuestra mesa había otro grupo presidido por uno de esos supuestos grandes rancios de las letras, pero nosotros sabíamos que nuestra noble mesa era la mejor, la más fresca y la más cool. Entrada la noche nos dirigimos con nuestra pléyade de ilustres bohemios a tomar unas cañas al Aleatorio donde hemos dado nacimiento a un muy exclusivo grupo de WhatsApp donde solo estarán los más inteligentes, lúcidos, extravagantes y molones poetas que vamos a ese bar.
Bromas aparte, la pase bien ayer, fue un domingo diferente. La vida del poeta también tiene sus momentos gratos.
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