Diario del mes de junio: Feria del Libro de Madrid. Firma de ejemplares.Conversaciones literarias. José Saramago.

Todos los años llueve cuando comienza la feria, y este año, también llovió. Recuerdo cuando hace 5 años, cuando por primera vez vine a La feria del Libro de Madrid. No conocía a nadie, solo a los escritores, que reconocía de las portadas de las revistas literarias españolas, que había leído en Lima. Y ahora todo era distinto. Iba a ver simplemente a los amigos que firmaban sus libros.

En los días que fui al Retiro, vi menos gente que otros años. Es obvio que la crisis ha golpeado y este año el nivel de ventas ha sido bajo. Sin embargo, no dejar de ser un fiesta el hecho de ir a comprar las novedades que a uno le gusta y encontrarse con conocidos, para luego tomarse unas cañas en algunas de las terrazas de la feria..

Vi a lo lejos a Rosa Montero, pero no quise interrumpirla por qué estaba firmando. Fernando Sanchez Dragó pasó como un dragón escondiendo sus fauces entre la multitud. La gente cree que está en Tokio, pero en verdad estaba de incógnito por Madrid. Ray Loriga solitario en su stand, los generosos años 90s, ya son cosa del pasado. Conversé largo con Medardo Fraile, para mí el máximo cuentista de España, de la segunda mitad del siglo XX. Pronto le haré una entrevista reflexionando sobre el relato corto en castellano. Saludé a Guadalupe Grande y la felicité por la salida de su último poemario. También conversé brevemente con Luis García Montero, con el cual ya quedé también para hacerle una entrevista en mi sección En Voz Alta.

Chus Visor, cada vez que me divisa, se hace el loco. Me imagino que hasta ahora, no me perdona que haya hecho público hace unos años, su afirmación, que a el no le gustaba la poesía de Cesar Vallejo. Y que luego, en una adecuada corrección, haya publicado a Vallejo, el año pasado. Asumo mis palabras, por qué con mi reparo a esa miope opinión de Chus, espero haber contribuido en algo a la publicación de Cesar Vallejo en Visor.

Me tocó firmar el último día de la feria, y fue una experiencia grata. Lo hice en la caseta de la prestigiosa librería La Central, quizás la más importante de España. Estuvieron mis amigos y lectores y me sentí querido y respaldado. La edición de mi poemario Minimal Poética, publicado por Vaso Roto Ediciones, es tan hermosa y cuidada, que me emociona cada vez que lo contemplo. Quiero agradecer a la poeta Jeannette L. Clariond, por creer y apostar por mi poesía.

En los últimos meses he venido conversando con Carmen Posadas. Ella es una mujer inteligente, refinada y fascinante. Algunos la podrían comparar con Gertrude Stein o Victoria Ocampo, pero existe una gran diferencia, Carmen es mejor escritora que ambas.

Conversar con Eugenia Rico es dialogar con la tradición y la ruptura. Su apuesta por la renovación es alentadora. Sé que su nueva novela que está escribiendo en Venecia, será un gran libro. Esa entrega y pasión por la literatura, la he visto en muy pocos narradores en España.

Ha muerto Saramago, el último baluarte de la literatura comprometida. En un mundo donde la gran mayoría de los escritores han olvidado el compromiso social y en donde es calificado tal función, como algo anacrónico y del pasado. Hay que reínvindicar el legado de Saramago. El literario ya está en la historia. Pero la apuesta por una mirada crítica del mundo y su vínculo con los sectores sociales menos favorecidos del planeta, hay que continuarlo. De lo contrario toda reinvindicación meramente literaria, seria castrar su pensamiento. No hay peor cosa que los estudiosos literarios al servicio del sistema dominante, cuando pretenden tergiversar y diseccionar la obra de un escritor crítico.

Otros levantaremos tus banderas. Estarás más vivo que nunca. Ese será nuestro mejor y auténtico homenaje.

¡Saludos maestro José Saramago!