Ayer, una poeta me hizo un maravilloso regalo. Me invito al teatro Real a escuchar a la que es considerada, la mejor Mezzosoprano del mundo: Cecilia Bartoli.El Concierto fue maravilloso. Nunca he escuchado a una cantante tan virtuosa e intensa. Podía ir de los registros más agudos hasta los más sosegados, con una serie de matices – en el medio-, que rayaba con lo sobrenatural.
El repertorio fue original, es una recopilación de Arias que fueron interpretadas por las voces privilegiadas de los Castrati Y que forman parte del último disco de la Bartoli titulado “Sacrificium- La scuola dei castrati-“, el cual ha sido publicado en octubre del 2009, por el prestigioso sello Decca.
Los Castrati eran esos hombres con voz de mujer que eran castrados de niños en Italia a finales del siglo XVII y XVIII, para tratar de conseguir con esta práctica un registro de voz excepcional. Farinelli -del cual hay una bella película-, es quizás el intérprete más conocido de esta mítica estirpe de cantantes.
Hay dos canciones que en particular me llevaron al delirio. La primera de ellas es Profezie, di me deceste de Antonio Caldara. La segunda, Parto ti lascio, o cara de Nicola Porpora. En estas dos interpretaciones, la belleza se hizo magia en la extraordinaria voz de Cecilia Bartoli. No era cuerpo, ni terrenal su presencia, en esos instantes su voz era la música transfigurada en poesía.
En este concierto inolvidable, me dieron ganas de llorar de plenitud. El espíritu y el estremecimiento virtuoso de los grandes clásicos, estaba en estas butacas, que estuve arañando durante todo el concierto. Sólo me quedó al final, aplaudir como un poseso, ante a una diosa excepcional como Cecilia Bartoli. La belleza en su estado puro, estaba ante mis atónitos ojos y existía.
Esa noche mágica ha sido una de las más bellas de mi vida.
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1 comentario:
Cecilia Bartoli es una voz que me embelesa. Siempre me gustó María Callas y ahora tambien Cecilia. Gracias por habernos deleitado con tu repertorio en Santander
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