Ven
Amado
Te probaré con alegría.
Te soñaré conmigo esta noche.
Tu cuerpo acabará
donde comience para mí
la hora de tu fertilidad y tu agonía;
y porque somos llenos de congoja
mi amor por ti ha nacido con tu pecho,
es que te amo en principio por tu boca.
Ven
Comeremos en el sitio de mi alma.
Antes que yo se te abrirá mi cuerpo
como mar despeñado y lleno
hasta el crepúsculo de peces.
Porque tú eres bello,
hermano mío,
eterno mío dulcísimo.
Tu cintura en que el día parpadea
llenando con su olor todas las cosas,
tu decisión de amar,
de súbito,
desembocando inesperado a mi alma,
Tu sexo matinal
en que descansa el borde del mundo
y se dilata.
Ven
Te probaré con alegría.
Manojo de lámparas será a mis pies tu voz.
Hablaremos de tu cuerpo
con alegría purísima,
como niños desvelados a cuyo salto
fue descubierto apenas, otro niño,
y desnudado su incipiente arribo,
y conocido en su futura edad, total , sin diámetro,
en su corriente genital más próxima,
sin cauce, en apretada soledad.
Ven
te probaré con alegría.
Tú soñarás conmigo esta noche,
y anudarás aromas caídos nuestras bocas.
Te poblaré de alondras y semanas
eternamente oscuras y desnudas.
Posdata.- Este es mi pequeño homenaje a la más importante poeta en lengua castellana del siglo XX. Amo a Eunice y toda su poesía.
13 comentarios:
Este poema de Eunice Odio (por cierto su apellido hace honor a su carácter rebelde) pertenece a su poemario vanguardista “Los elementos terrestres”, centrado en la poética del cuerpo, de lo erótico, en lo material como puente hacia lo espiritual. Relaciona diversas partes de la anatomía con un universo de símbolos.
Reconoce y nombra el cuerpo, y explora la sexualidad, femenina y masculina, sus relaciones con el goce o el deseo.
La voz de la amada llama al amado para que se inicien en el deleite de sus cuerpos:
“Ven
Amado.
Te probaré con alegría
tú soñarás conmigo esta noche”
El sueño, es utilizado como medio de invitación al amado para llegar hasta él y conducirlo al encuentro de la unión sexual en la noche. Ambos se complementan. La mirada de los amantes dirigidas a las zonas erógenas (pecho, boca, cintura, sexo, pies) afianza la unión entre ellos, la provocación de uno y la respuesta del otro.
Ella busca al amado con su propio cuerpo y descansa en el del amado.
Aquí la mujer es sujeto del deseo, no objeto, y participa activamente.
“Tu cuerpo acabará
donde comience para mí “
Compara el cuerpo masculino a un río que desemboca en el mar del cuerpo femenino.
“la hora de tu fertilidad y tu agonía;”
El líquido seminal y la pequeña muerte tras el acto amoroso.
“y porque somos llenos de congoja
mi amor por ti ha nacido con tu pecho,
es que te amo en principio por tu boca”.
Hay alusiones al sexo oral y a la oralidad de la palabra:
“Ven
comeremos en el sitio de mi alma.”
El alma está en un sitio donde puede ser comida: en el cuerpo.
El sitio de la convocatoria es el topos de la corporalidad humana. El objeto del amor es visto como lo que se come, se saborea, se degusta. Un recurso sugestivo que proyecta las caricias que recibirá el amado. Lo que al inicio aparece como un llamado “Ven” se convierte en experiencia “te probaré”, implicando una certeza de contacto.
Existe una unidad poética entre los planos humano y espiritual. Términos abstractos junto con las alusiones a las partes de la anatomía corporal y al espíritu.
Lo espiritual está inmerso en lo terrenal y se expresa en la descarga erótica y sexual de los amantes. Lo humano se asocia con lo divino y siempre la voz femenina prevalece en el poema.
“Antes que yo se te abrirá mi cuerpo
como mar despeñado y lleno
hasta el crepúsculo de peces.”
Alusión al mar, al agua y a los peces como símbolo sexual de vida hasta el crepúsculo de muerte.
El agua fuente de vida, es un elemento de la unión amorosa, es un lugar donde se construye el goce, la sexualidad.
“Porque tú eres bello,
hermano mío,
eterno mío dulcísimo.
Tu cintura en que el día parpadea
llenando con su olor todas las cosas,
tu decisión de amar,
de súbito,
desembocando inesperado a mi alma,”
Él se entrega a amar rápidamente, como el mar y desemboca a través del cuerpo en el espíritu.
Los cuerpos de ambos se convierten en espacios tangibles, llenos de zonas erógenas. El pecho, la boca o la cintura sugieren que no queda ningún sitio sin explorar. Poema de recorrido corporal, cuyo erotismo se encuentra en el lenguaje simbólico, enriquecido con todo tipo de alusiones a prácticas culturales sobre el amor, el sexo y el deseo.
El cuerpo de él tangible en otro momento, ahora está ausente, permanece unido al sueño de ella.
El poder del cuerpo y la palabra confirman la identidad y el desafío en el ser físico de los cuerpos amantes: ella en él; él en ella. El sustantivo “alma” es puesto en relación con las siguientes partes: cuerpo, brazos, cuello, aliento, corazón, uñas, oídos, mano y piel.
El poema revela imágenes sensoriales de gran calidad, que reivindican el descubrimiento del cuerpo como fuente de goce frente a la experiencia de la sexualidad y de comunicación espiritual entre lo femenino y lo masculino. Hay alusiones a la esterilidad que no interfieren en que la amada disfrute el placer o el goce con intensidad; esta esterilidad la expresa con dolor pero no disminuye su capacidad de amar.
“Tú soñarás conmigo esta noche,
y anudarás aromas caídos nuestras bocas.”
Él soñará con ella y de nuevo aparece la boca como zona erógena sensual.
“Te poblaré de alondras y semanas
eternamente oscuras y desnudas.”
La alondra en este poema vuela y hace volar para llevar al amado la alegría.
Ella lo llenará de tiempo, de noches, de su cuerpo, de eternidad.
Una magnífica selección poética, Leo. Me gustó acercarme a la Poesía de Eunice Odio. Gracias por traerla.
Un abrazo.
Leo dicen que tú eres también uno de los poetas malditos del panorama madrileño, y, por supuesto, del peruano. (Independientemente de que por otro lado te comparen con Bolaño y Vallejo) ¿Qué crees tú de esto? Gracias
Ramón
Me alegra que te guste Eunice.
Un abrazo Marina.
Bueno, siempre los poetas malditos han sido mi referente, por afinidad poética. Desde Baudelaire hasta Panero.
Estoy acostumbrado a que la gente en Lima o en Madrid diga de mí las más dispares opiniones.
A veces me pregunto ¿ser un poeta maldito es una elección o una fatalidad?
¿Ser un poeta maldito es una elección o una fatalidad?
Es una elección libre que el hombre hace de sí mismo, identificándose a lo que llamamos destino. A Baudelaire le horroriza el paso del tiempo, porque es como la sangre que fluye. Sin embargo él eligió vivir, murió de una muerte estúpida, él mismo hizo que su presente estuviera atormentado por un pasado que lo abrumaba. Se sobrevive a sí mismo en su alteridad. Eligió vivir el tiempo a contrapelo (à rebours). Escogió sufrir, sufrir por su insatisfacción.
Saludos.
"No hay dolor más grande que el dolor de ser vivo"
LO FATAL
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
Rubén Darío.
Colgué un poema sobre Vallejo en mi blog.
Saludos.
Gracias por tu visita, Leo, así he podido conocer tu blog.
Lo iré paseando...
Saludos.
Agradezco a Lucia Robles por sus comentarios en mi blog. Ella es tan de perfil bajo que siempre firma como anónimo.
Me ha encantado, Leo, me ha sorprendido gratamente. Siento una vez más no haber visto tu invitación a la noche en blanco... me hubiese encantado leer con todos vosotros...
Bueno Estela, para el proximo recital de poesía te aviso para que puedas leer con nosotros.
Saludos.
MAGNÍFICO POEMA DE EUNICE Y UN PLACER CONOCER TU BLOGS!
SALUDOS!
Publicar un comentario