Como ya sabrán el viernes pasado se inauguro la feria del libro de Madrid. Fui el sábado y el domingo. Me llamo la atención que hubiera mayor afluencia de público que el año pasado. Pero las colas para la firmar de libros eran más pequeñas. Algunos editores en secreto me han informado que en sus primeros días han vendido menos que el año pasado.Me dicen que las cifras que están enviando a prensa son maquilladas.La gente mira pero no compra. La crisis ha llegado también al mundo editorial. Pero es obvio que los que no van a la feria son fáciles de engañar.
Por ello no me sorprendió que Antonio Gala no tuviera la nutrida aglomeración de lectores que tuvo el 2008. Pensé: ”Si Gala no triunfa, el resto lo tiene chungo”. Y así fue. En la caseta 109 vi al mega-laureado Juan Manuel de Prada, quien apenas tenía cuatro admiradores en su escueta y casi inexistente cola. Pobre Juan Manuel, su vasta erudición lo hace alejarse del intelecto vulgar de las masas. Al que no le vi ningún admirador fue al poeta Luis Alberto De Cuenca. El único que tenía cierta afluencia de gente era el showman de Boris Izaguirre. Pero el no cuenta porque no es un escritor.
Por ello no me sorprendió que Antonio Gala no tuviera la nutrida aglomeración de lectores que tuvo el 2008. Pensé: ”Si Gala no triunfa, el resto lo tiene chungo”. Y así fue. En la caseta 109 vi al mega-laureado Juan Manuel de Prada, quien apenas tenía cuatro admiradores en su escueta y casi inexistente cola. Pobre Juan Manuel, su vasta erudición lo hace alejarse del intelecto vulgar de las masas. Al que no le vi ningún admirador fue al poeta Luis Alberto De Cuenca. El único que tenía cierta afluencia de gente era el showman de Boris Izaguirre. Pero el no cuenta porque no es un escritor.
El libro que mas se vende es Amanecer de la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer. Benedetti ha tenido un tirón . Con respecto al resto de autores- mas allá de las campañas publicitarias de las editoriales- sus ventas son escasas.
Este año está dedicado a la literatura francesa y paradójicamente pocos destacados escritores franceses van estar presente en la feria. Solo Eric-Emmanuel Schmitt y Mathias Enard.
Lo que si será una pasada es ver la exposición fotográfica “La biblioteca íntima de François Truffaut”.
No sufro del snobismo de buscar novedades. Salvo de autores que considere trascendentes. Tampoco pierdo mi tiempo leyendo blog literarios. Bebo de la fuente misma. Sufro una necesidad compulsiva de comprar libros cada qué vez que voy a una librería. Eso puede ser una virtud, pero no en estas épocas de austeridad. Sin embargo, no pude resistirme y compre al final tres libros de poesía. El primero es el poemario Requien de la poeta rusa Ana Ajmatova, cuya hermosa traducción está a cargo de Carmen Alonso (Ediciones Torremozas). El otro es La Senda de Oku del maestro del haiku Matsuo Bashio. Ya había leído la traducción de Octavio Paz, pero esta versión de Antonio Cabezas me pareció muy sugestiva (Ediciones Hyperion). Y por último el libro Saborear el agua- cien haikus de un monje zen- del gran Santoka. La traducción está hecha por Vicente Haya y Hiroko Tsuji (Ediciones Hyperion). A esas alturas de la tarde me olvide de la feria del libro y de la llovizna que tenue empezó a caer en el parque El Retiro. Era feliz.
Lo que si será una pasada es ver la exposición fotográfica “La biblioteca íntima de François Truffaut”.
No sufro del snobismo de buscar novedades. Salvo de autores que considere trascendentes. Tampoco pierdo mi tiempo leyendo blog literarios. Bebo de la fuente misma. Sufro una necesidad compulsiva de comprar libros cada qué vez que voy a una librería. Eso puede ser una virtud, pero no en estas épocas de austeridad. Sin embargo, no pude resistirme y compre al final tres libros de poesía. El primero es el poemario Requien de la poeta rusa Ana Ajmatova, cuya hermosa traducción está a cargo de Carmen Alonso (Ediciones Torremozas). El otro es La Senda de Oku del maestro del haiku Matsuo Bashio. Ya había leído la traducción de Octavio Paz, pero esta versión de Antonio Cabezas me pareció muy sugestiva (Ediciones Hyperion). Y por último el libro Saborear el agua- cien haikus de un monje zen- del gran Santoka. La traducción está hecha por Vicente Haya y Hiroko Tsuji (Ediciones Hyperion). A esas alturas de la tarde me olvide de la feria del libro y de la llovizna que tenue empezó a caer en el parque El Retiro. Era feliz.
Aun lo soy ahora. Sobre mi escritorio estoy leyendo con sosiego y placer a estos maestros de la poesía.
A veces la felicidad la hallo dialogando con los libros.
A veces la felicidad la hallo dialogando con los libros.
11 comentarios:
Por desgracia la crisis llega a todos los terrenos incluso al literario la mayoría de la gente mira pero no compra,me ha sorprendido lo que dices de la falta de publico, es una pena que se pierda el interés por los libros y el habito de la lectura.
Un besito y hasta pronto.
Qué raroq ue no nos viéramos, yo también estuve el domingo y estaba escribiendo algo sobre ella (creo que haré un monogrtáfico en varias entregas porque quiero ir varios días), y compré un libro de poesía elemental china (me acordé de ti, vienen poemas de Li Bai).
Abrazos, Leo. (a mí tampoco me gustan las novedades, todo lo que compré es bastante antiguo).
Geni, no dije que no había gente. Más bien había más que el año pasado. Lo que dije fue que las colas para la compra de libros era más pequeña.
Gracias por tu comentario.
Un beso.
Yo estuve Rosalie en la tarde -noche del domingo. Ah que bien que te interese la poesía china y en especial Li Bai.
Coincidimos en nuestro gusto por lo antiguo más que la vana novedad.
Un abrazo.
"Demasiado contacto con la gente trae conflictos, odios y apegos. Para liberarme a mi mismo de la violencia íntima y el aborrecimiento de los demás, debo caminar. Mi peregrinaje es a las profundidades del corazón humano".
Taneda Santooka.
L.R.
sólo a veces?? el resto del tiempo dónde está?
le decía antes a rosalie que en santiago este año no había NADA que comprar. y cuando digo nada, quiero decir nada
ni en gallego ni en español. y no había poesía
no digo nada de clásicos, no. clásicos tampoco había. pero es que del bueno del señor nobel sólo había uno en un puesto
es la primera vez en los ocho años que llevo aquí que salgo de la feria del libro sin nada. y en mi caso es casi imposible
besos
El resto del tiempo cuando tengo una conversación interesante. Cuando contemplo el mar. Cuando viajo a la aventura o cuando me enamoro. Cuando escribo sobre todo.
Lastima la pobreza de la feria en tu ciudad.
Besos.
EL MAR EN PERSONA
He aquí el mar alzado en un abrir y cerrar de ojos de pastor
He aquí el mar sin sueño como un gran miedo de tréboles en flor
y en postura de tierra sumisa al parecer
Ya se van con sus lanas de evidencia su nube y su labor
A la sombra de un olmo nunca hay tiempo que perder
Crédula exquisita la oscuridad sale a mi encuentro
Mi frente abriga la corteza del pan que llevo adentro
cortado a pico sobre un pájaro inseguro
Y así me alejo bajo la acción del piano
que me cose a las plantas precursoras del mar
Un ciervo de otoño baja a lamer la luna de tu mano
Y ahora a mi orilla el mundo se empieza a desnudar
para morirse de árboles al fondo de mis ojos.
Mis cabellos se llenan de peces de penumbra
y de esqueletos de navíos forzosos
Sin ir más lejos
tú eres fría como el hacha que derriba el silencio
en la lucha entre el paisaje y su golpe de vista
Mas cuando el cielo exporta sus célebres pianistas
y la lluvia el olor de mi persona
cómo tu hermoso corazón se traiciona
Es un poema de Juan Larrea, amigo de César Vallejo. Me hizo pensar en el mar y la luna.
L.
A veces la felicidad la hallo dialogando con los libros.
LÁPIZ Y TINTA
Tela, cinta, otra vez a empezar.
Lápiz, tinta, y al paisaje a robar.
Y al placer de reencontrar
el limbo de un tiempo que se nos va.
Libro, nube, ese es mi descanso.
Árbol, fuente, cada vez que despierto.
Ser durmiente. En la espuma de un antojo camuflarse.
Para completa inocencia,
en las calderas del sueño divagar.
Que los días se van, río son.
Ahora quiero sentir, caminar.
Ahora quiero pintar, percibir
el color de esa flor que se marchitará.
Pinto, verdes parajes de belleza desolada,
vivo lo efímero y su valor.
Bebo, apuro desperdicios de mi vida,
me recojo en la templanza de la tregua que me da
la anestesia del recuerdo.
Que los días se van, río son,
ahora quiero sentir, caminar,
ahora quiero pintar, percibir
el verano fugaz que ya se nos va.
Lápiz, tinta, y al placer de reencontrar.
EL ÚLTIMO DE LA FILA.
L.R.
Amigo Leo:
Este año es de los de crisis, y eso afecta también a los libros.
Pero... siempre, en estas ferias, hay una gran diferencia entre lo que busca la mayoría y lo que busca un buen lector, de esos críticos e independientes.
Abrazo
José REPISO MOYANO
Amigo Leo:
Este año es de los de crisis, y eso afecta también a los libros.
Pero... siempre, en estas ferias, hay una gran diferencia entre lo que busca la mayoría y lo que busca un buen lector, de esos críticos e independientes.
Abrazo
José REPISO MOYANO
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