jueves, enero 07, 2016

En Voz Alta. Entrevista de Leo Zelada a Milo Krmpotic: “Cuesta experimentar desde la miseria intelectual (franquismo) o en una época como la actual, donde se ha perdido la curiosidad”.

 

Con Milo hemos entablados varias discusiones apasionantes en la red sobre literatura, política y fútbol. Él es un conocido periodista, fue redactor jefe durante 7 años de la revista Qué Leer y actualmente es subdirector del portal Librújula, pero básicamente es un escritor. Ha publicado 7 novelas, su obra me parece de las más interesantes de la narrativa española contemporánea.
Retomo con Milo mi sección de entrevistas denominada "En Voz Alta". En esta sección he entrevistado a escritores y poetas como Luis Antonio de Villena, Rosa Montero, José Ángel Mañas, Eugenia Rico, Fernando Sánchez Dragó, Carmen Posadas, entre otros.
El estilo de esta sección es meter caña, pero terminar en buen rollo, porque considero que entre escritores discrepar es una buena forma de aproximarse.
Sin más, allí voy con la entrevista.

1. - ¿A qué se debe que la narrativa española después de El Quijote no haya seguido mayoritariamente este tipo de novela que apuesta por la aventura formal y se haya replegado en el plano realismo?
R: Uf, amigo… Eso es para que lo responda un catedrático. Es decir, no puedo elaborar una teoría homogénea, sólo una en base a los retazos que componen mis lecturas (unas lecturas en las que tradicionalmente he tendido bastante más hacia lo anglosajón, para colmo). Pero bueno, me atreveré a decir que, más allá de su genio, Cervantes es producto de unos años, entre el XVI y el XVII, de una riqueza tal que no en vano se conocen como Siglo de Oro. Está el Quijote, claro, pero detrás o al lado tienes a Góngora, Lope, Quevedo, Calderón de la Barca… Hay una base y un contexto que obligan a Cervantes a llegar muy pero que muy lejos si quiere ser el mejor y ganarse los favores de los mecenas. Porque se trata de un un momento, para colmo, de predominio internacional en términos comerciales, políticos, etc. Desde ahí sólo se puede caer y vaya si caemos. Por no eternizarme haciendo todo el seguimiento histórico, ¿qué país concentra un estallido de la novela experimentalista en tiempos recientes? Los Estados Unidos post-Segunda Guerra Mundial. La bonanza invita a soñar y a cruzar fronteras formales, mientras que la crisis hace que te mires el ombligo. De crisis entendemos bastante y ahí, el realismo. El Boom, desde esos parámetros, es una rareza, aunque invita a considerar América Latina como una patria más o menos coherente, y cabe señalar que muchos de sus nombres acaban produciendo en países europeos. Pero sí, me estoy eternizando. Por decirlo mal y pronto, y rescatando la riqueza y belleza formal de un Miguel Delibes, más los experimentos indigestos o no de Cela, sin olvidar a Luis Martín-Santos, cuesta experimentar desde la miseria intelectual (franquismo) o en una época como la actual, donde se ha perdido la curiosidad.

2. - Algo que me llama la atención de tu perspectiva de narrar es la extrañeza ¿te has dado cuenta de ello o es involuntario?
R: Me he dado cuenta de ello, pero a la vez es involuntario, surge de forma natural. Quizá me haga un flaco favor psicoanalizándome de este modo, pero soy hijo de argentinos y nieto de croatas. Nací y crecí en Barcelona, sin raíces familiares y mucho menos una estructura social. Desde muy pronto fui consciente de esa diferencia y eso hizo que observara todo lo que me rodeaba con curiosidad, porque no tenía nada que ver con lo que vivía en casa. Y ese pequeño abismo te devuelve la mirada, porque pasas a concebir lo tuyo propio como una rareza. Así que sí, siento que llevo lo extraño dentro y a veces lo busco y por lo general lo proyecto.

3. - Eres un caso raro en la literatura española contemporánea y no porque seas un catalán que escribe en español, hijo de argentinos y nieto de croatas, sino porque haces una narrativa muy heterodoxa que atraviesa la novela negra, el thriller, lo fantástico, lo gótico, lo picaresco… ¿cómo calificarías tu propuesta narrativa?
R: He tenido la suerte, durante los últimos dieciocho años, de ganarme la vida como periodista. Así que, después de pasarme todo el día escribiendo artículos, para seguir escribiendo ficción de madrugada o antes del alba tenía que hacerlo a partir de proyectos que me involucraran personalmente o que me entretuvieran mucho. De ahí el flirteo con los géneros, que tienen su parte lúdica. Pero sobre todo siempre he necesitado pensar que no estaba haciendo algo ya hecho, porque para eso me iba a dormir o me ponía una peli. De ahí, pues, que necesite salirme por la tangente. ¿Cómo defino eso? No puedo, bastante tengo con vivirlo.

4. -¿Por qué consideras que Roberto Bolaño es un escritor catalán?
R: No, eso lo habré dicho medio en broma, siguiendo aquello de que uno es de donde pace, no de donde nace. Pero es evidente que la curiosidad y los conocimientos de Bolaño proceden de su formación en un contexto donde la inteligencia, la literatura, la poesía, el conocimiento… estaban mucho mejor vistos y valorados que en la España reciente. Y la España reciente, a la vez, le ofrece una cierta estabilidad para que toda esa base se expanda y alcance los resultados que alcanza. Para que me entiendas, Los detectives salvajes es premio Herralde antes de ser premio Rómulo Gallegos. Así que Chile y México tienen buena parte de la culpa, pero hay que hacerla extensiva a Barcelona, Gerona, Blanes…

5. - Eres muy fan de las series de televisión, Star Wars, el Barcelona y tus estados en Facebook son de los más interesantes en la red. ¿A qué se debe que cierta escritura de ahora abunde en el hipertexto, el lenguaje neo-rancio revisto de modernidad y se aleje de la diversión fresca donde también está la gran literatura?
R: Bueno, ante todo, gracias de parte de mis estados de Facebook. No me gusta ir escupiendo citas a diestro y siniestro, pero hay una que preside mi escritorio (muy cerca del cuadro con el If de Rudyard Kipling, que habrá sido un asqueroso colonialista pero en esos versos clavó bastante mi visión ética de la existencia), la firma Graham Swift y dice: “The real art is not to come up with extraordinary clever words but to make ordinary simple words do extraordinary things”. Aunque alguno de mis libros se empeñe en desmentirlo, mi “carrera” es una lucha constante por dar con la sencillez. Y mi gran asignatura pendiente es lograr una mayor integración del humor en mis historias, que a veces pecan de solemnes y dramáticas, con ironía pero poco más. Facebook es una cosa y la escritura, otra. El humor es la única respuesta personal que puedo ofrecer a los absurdos que nos rodean. Pero no he logrado abrazarlo “artísticamente” como desearía.

6. - ¿Pelé, Di Stefano, Maradona, Zidane, Messi? ¿Dime sin forofismo quién es para ti el mejor futbolista de todos los tiempos y por qué? Sólo acoto que si está entrevista fuera hecha a un argentino, la respuesta sería clara: Maradona.
R: Maradona fue mejor símbolo, pero no sé si mejor jugador. Tuve la suerte de verlo de pequeño en el estadio del Barça varias veces. Y te aseguro que viví más frustraciones que alegrías. Messi, en ese sentido, ha respondido mucho más y a lo largo de muchos más años a las expectativas de que hiciera cosas diferentes e imposibles, obteniendo de paso resultados. Y buena parte de esas cosas parece habérselas calcado a Maradona, claro. No vi jugar a Di Stefano, a Pelé sólo en vídeo, de la clase de Zidane me enamoré cuando estaba en el Bordeaux… y he gritado fruto de la sorpresa con Ronaldinho y Ronaldo, el luego llamado “Gordo”. Además, a mí quien me hubiera gustado ser es Xavi. Pero si sumas los títulos, la cantidad de goles, la ristra de años en que ha sido capital y ha hecho de las suyas… bueno, para mí el mejor es Messi. Sólo le ha faltado el Mundial, y no olvidemos que estuvo a un gol de conseguirlo en su peor temporada.

7. - ¿Las redes sociales han redefinido el mundo del escritor?
R: Sin duda. En cuanto han redefinido la realidad y, por tanto, todo lo que rodea al escritor. A diferencia de Franzen, no desprecio Twitter por su limitación de caracteres (que puede representar todo un desafío), sólo lo temo por las locuras que suele desatar en su mezcla de inmediatez y sencillez. Como con todo en esta vida, de las redes sociales se puede hacer un buen uso o un mal uso. Generan adicción, es cierto. Y han sido el Salvaje Oeste durante años. Pero qué magnífica oportunidad representan desde la educación y la responsabilidad. Tú y yo no nos conoceríamos sin ellas. Y la de polémicas y reflexiones que nos hubiéramos perdido.

8. - Háblame de tus nuevos proyectos literarios.
R: Acabo de contribuir con un relato a una antología sobre la Barcelona negra que edita Ernesto Mallo para Siruela. Y tengo en los cajones varios proyectos comenzados: una novela sobre la guerra de los Balcanes, la secuela de El murmullo, un díptico sobre la violencia contra las mujeres… Esa es, de hecho, una de mis obsesiones. Pero me falta tiempo entre Librújula, otras colaboraciones periodísticas, traducciones… O quizá estoy esperando a ver qué se va antes al garete, si la industria editorial o yo, para obrar en consecuencia.

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