Con
Milo hemos entablados varias discusiones apasionantes en la red sobre
literatura, política y fútbol. Él es un conocido periodista, fue
redactor jefe durante 7 años de la revista Qué Leer y actualmente
es subdirector del portal Librújula, pero básicamente es un escritor. Ha publicado 7 novelas, su obra
me parece de las más interesantes de la narrativa española
contemporánea.
Retomo
con Milo mi sección de entrevistas denominada "En Voz Alta".
En esta sección he entrevistado a escritores y poetas como Luis
Antonio de Villena, Rosa Montero, José Ángel Mañas, Eugenia Rico,
Fernando Sánchez Dragó, Carmen Posadas, entre otros.
El estilo de esta sección es meter caña, pero terminar en buen rollo,
porque considero que entre escritores discrepar es una buena forma de
aproximarse.
Sin
más, allí voy con la entrevista.
1. - ¿A qué se debe que
la narrativa española después de El Quijote no haya seguido
mayoritariamente este tipo de novela que apuesta por la aventura
formal y se haya replegado en el plano realismo?
R: Uf, amigo… Eso es para
que lo responda un catedrático. Es decir, no puedo elaborar una
teoría homogénea, sólo una en base a los retazos que componen mis
lecturas (unas lecturas en las que tradicionalmente he tendido
bastante más hacia lo anglosajón, para colmo). Pero bueno, me
atreveré a decir que, más allá de su genio, Cervantes es producto
de unos años, entre el XVI y el XVII, de una riqueza tal que no en
vano se conocen como Siglo de Oro. Está el Quijote, claro, pero
detrás o al lado tienes a Góngora, Lope, Quevedo, Calderón de la
Barca… Hay una base y un contexto que obligan a Cervantes a llegar
muy pero que muy lejos si quiere ser el mejor y ganarse los favores
de los mecenas. Porque se trata de un un momento, para colmo, de
predominio internacional en términos comerciales, políticos, etc.
Desde ahí sólo se puede caer y vaya si caemos. Por no eternizarme
haciendo todo el seguimiento histórico, ¿qué país concentra un
estallido de la novela experimentalista en tiempos recientes? Los
Estados Unidos post-Segunda Guerra Mundial. La bonanza invita a soñar
y a cruzar fronteras formales, mientras que la crisis hace que te
mires el ombligo. De crisis entendemos bastante y ahí, el realismo.
El Boom, desde esos parámetros, es una rareza, aunque invita a
considerar América Latina como una patria más o menos coherente, y
cabe señalar que muchos de sus nombres acaban produciendo en países
europeos. Pero sí, me estoy eternizando. Por decirlo mal y pronto, y
rescatando la riqueza y belleza formal de un Miguel Delibes, más los
experimentos indigestos o no de Cela, sin olvidar a Luis
Martín-Santos, cuesta experimentar desde la miseria intelectual
(franquismo) o en una época como la actual, donde se ha perdido la
curiosidad.
2. - Algo que me llama la
atención de tu perspectiva de narrar es la extrañeza ¿te has dado
cuenta de ello o es involuntario?
R: Me he dado cuenta de ello,
pero a la vez es involuntario, surge de forma natural. Quizá me haga
un flaco favor psicoanalizándome de este modo, pero soy hijo de
argentinos y nieto de croatas. Nací y crecí en Barcelona, sin
raíces familiares y mucho menos una estructura social. Desde muy
pronto fui consciente de esa diferencia y eso hizo que observara todo
lo que me rodeaba con curiosidad, porque no tenía nada que ver con
lo que vivía en casa. Y ese pequeño abismo te devuelve la mirada,
porque pasas a concebir lo tuyo propio como una rareza. Así que sí,
siento que llevo lo extraño dentro y a veces lo busco y por lo
general lo proyecto.
3. - Eres un caso raro en
la literatura española contemporánea y no porque seas un catalán
que escribe en español, hijo de argentinos y nieto de croatas, sino
porque haces una narrativa muy heterodoxa que atraviesa la novela
negra, el thriller, lo fantástico, lo gótico, lo picaresco… ¿cómo
calificarías tu propuesta narrativa?
R: He tenido la suerte,
durante los últimos dieciocho años, de ganarme la vida como
periodista. Así que, después de pasarme todo el día escribiendo
artículos, para seguir escribiendo ficción de madrugada o antes del
alba tenía que hacerlo a partir de proyectos que me involucraran
personalmente o que me entretuvieran mucho. De ahí el flirteo con
los géneros, que tienen su parte lúdica. Pero sobre todo siempre he
necesitado pensar que no estaba haciendo algo ya hecho, porque para
eso me iba a dormir o me ponía una peli. De ahí, pues, que necesite
salirme por la tangente. ¿Cómo defino eso? No puedo, bastante tengo
con vivirlo.
4. -¿Por qué consideras
que Roberto Bolaño es un escritor catalán?
R: No, eso lo habré dicho
medio en broma, siguiendo aquello de que uno es de donde pace, no de
donde nace. Pero es evidente que la curiosidad y los conocimientos de
Bolaño proceden de su formación en un contexto donde la
inteligencia, la literatura, la poesía, el conocimiento… estaban
mucho mejor vistos y valorados que en la España reciente. Y la
España reciente, a la vez, le ofrece una cierta estabilidad para que
toda esa base se expanda y alcance los resultados que alcanza. Para
que me entiendas, Los detectives salvajes es premio Herralde
antes de ser premio Rómulo Gallegos. Así que Chile y México tienen
buena parte de la culpa, pero hay que hacerla extensiva a Barcelona,
Gerona, Blanes…
5. - Eres muy fan de las
series de televisión, Star Wars, el Barcelona y tus estados
en Facebook son de los más interesantes en la red. ¿A qué se debe
que cierta escritura de ahora abunde en el hipertexto, el lenguaje
neo-rancio revisto de modernidad y se aleje de la diversión fresca
donde también está la gran literatura?
R: Bueno, ante todo, gracias
de parte de mis estados de Facebook. No me gusta ir escupiendo citas
a diestro y siniestro, pero hay una que preside mi escritorio (muy
cerca del cuadro con el If de Rudyard Kipling, que habrá sido
un asqueroso colonialista pero en esos versos clavó bastante mi
visión ética de la existencia), la firma Graham Swift y dice: “The
real art is not to come up with extraordinary clever words but to
make ordinary simple words do extraordinary things”. Aunque alguno
de mis libros se empeñe en desmentirlo, mi “carrera” es una
lucha constante por dar con la sencillez. Y mi gran asignatura
pendiente es lograr una mayor integración del humor en mis
historias, que a veces pecan de solemnes y dramáticas, con ironía
pero poco más. Facebook es una cosa y la escritura, otra. El humor
es la única respuesta personal que puedo ofrecer a los absurdos que
nos rodean. Pero no he logrado abrazarlo “artísticamente” como
desearía.
6. - ¿Pelé, Di Stefano,
Maradona, Zidane, Messi? ¿Dime sin forofismo quién es para ti el
mejor futbolista de todos los tiempos y por qué? Sólo acoto que si
está entrevista fuera hecha a un argentino, la respuesta sería
clara: Maradona.
R: Maradona fue mejor
símbolo, pero no sé si mejor jugador. Tuve la suerte de verlo de
pequeño en el estadio del Barça varias veces. Y te aseguro que viví
más frustraciones que alegrías. Messi, en ese sentido, ha
respondido mucho más y a lo largo de muchos más años a las
expectativas de que hiciera cosas diferentes e imposibles, obteniendo
de paso resultados. Y buena parte de esas cosas parece habérselas
calcado a Maradona, claro. No vi jugar a Di Stefano, a Pelé sólo en
vídeo, de la clase de Zidane me enamoré cuando estaba en el
Bordeaux… y he gritado fruto de la sorpresa con Ronaldinho y
Ronaldo, el luego llamado “Gordo”. Además, a mí quien me
hubiera gustado ser es Xavi. Pero si sumas los títulos, la cantidad
de goles, la ristra de años en que ha sido capital y ha hecho de las
suyas… bueno, para mí el mejor es Messi. Sólo le ha faltado el
Mundial, y no olvidemos que estuvo a un gol de conseguirlo en su peor
temporada.
7. - ¿Las redes sociales
han redefinido el mundo del escritor?
R: Sin duda. En cuanto han
redefinido la realidad y, por tanto, todo lo que rodea al escritor. A
diferencia de Franzen, no desprecio Twitter por su limitación de
caracteres (que puede representar todo un desafío), sólo lo temo
por las locuras que suele desatar en su mezcla de inmediatez y
sencillez. Como con todo en esta vida, de las redes sociales se puede
hacer un buen uso o un mal uso. Generan adicción, es cierto. Y han
sido el Salvaje Oeste durante años. Pero qué magnífica oportunidad
representan desde la educación y la responsabilidad. Tú y yo no nos
conoceríamos sin ellas. Y la de polémicas y reflexiones que nos
hubiéramos perdido.
8. - Háblame de tus
nuevos proyectos literarios.
R: Acabo de contribuir con un
relato a una antología sobre la Barcelona negra que edita Ernesto
Mallo para Siruela. Y tengo en los cajones varios proyectos
comenzados: una novela sobre la guerra de los Balcanes, la secuela de
El murmullo, un díptico sobre la violencia contra las
mujeres… Esa es, de hecho, una de mis obsesiones. Pero me falta
tiempo entre Librújula, otras colaboraciones periodísticas,
traducciones… O quizá estoy esperando a ver qué se va antes al
garete, si la industria editorial o yo, para obrar en consecuencia.