Habíamos quedado en vernos en Madrid. Así que un conversatorio en Casa de América que tenia sobre su ultimo libro "Abril Rojo"-ganador del premio Alfaguara 2006- fue el pretexto para conversar y tomarnos unas cañas ."Cañas" en España se le dice a la "Cerveza". Esta es una de las primeras palabras que aprendí en Madrid. En el conversatorio vi a un Roncagliolo que con mucho humor supo tener atento al público, haciendo de este acto con divertidas anécdotas algo agradable y distendido
Algunas cosas me parecen dignas de destacar. Una de ellas es la fascinación que produce en Roncagliolo el personaje Chacaltana y como logra a través de él una critica velada al sistema judicial y político peruano. Este personaje cito "hacia todo lo posible por no querer saber la verdad", para la cual apelaba a un formulismo que le hacia transitar los bordes de la guerra civil peruana y no enfrentar la realidad en sí.
Algo que me sorprendió es que ciertos diálogos peruanos en Abril Rojo, sonaron citados por la periodista que le hacia las preguntas a Roncagliolo en "hilarantes" y no realistas como nos parecería natural a un peruano. El hecho de que Santiago hablara de Chacaltana y lo relacionara con las actividades que realizo en al defensoria de el pueblo peruano, me da motivos suficientes para pensar que esta novela en sí plantea una necesidad vital en el autor por mostrar esta realidad peruana de la que nadie quiere hablar . En suma se vio a un Santiago Roncagliolo que no solo hablaba de su novela, sino del Perú contemporáneo y del conflicto que nos toco vivir. Esto con una visión fresca, desprejuiciada y sincera.
Luego de una conversación que tuvo con una periodista Pepa Fernández en Casa de América nos fuimos a tomar unas Cervezas en una restauran que quedaba cerca. Lugar al cual llegaría posteriormente el destacado narrador peruano Jorge Eduardo Benavides que también publica en Alfaguara, así como los destacados escritores mexicanos Mario Bellatin y Cristina Rivera entre otros. Hubo muchas anécdotas, una de ellas fue la de Santiago que decía que el cheque de 170,000 euros del premio Alfaguara lo había perdido y que debería estar en la casa de su tía. O que Cristina Rivera y el narrador Mexicano Santiago Vaquera se sorprendieran del pasado literario peruano de Bellatin.
En suma fue una agradable velada .
¡Salud Santiago y que sigan los éxitos!