
Hace unos días cumplí años, ¡Joder!
y lo celebré en mi mejor momento creativo, que es lo que me da la
vida.
Pero ahora lo puedo decir, el 2019 empezó mal para mí
-que no habia ido 14 años al medico y que presumía de tener una
salud de hierro-, pues tuve un contratiempo medico al hacerme un
examen y tener los triglicéridos a 1200, siendo ya mortal tenerlos a
500. El doctor me dijo que me había podido morir todos estos años
de un paro cardíaco o un ictus cerebral, más aún habiendo tenido
un paro cardíaco hace 15 años. Tuve 6 meses que llevar un estricto
tratamiento de varias pastillas diarias, dejar de beber alcohol,
dejar de fumar, dejar de comer carnes rojas, solo vegetales y
pescado, hacer ejercicios, y complementarlo esto con plantas
medicinales que me enseño mi padre, y cuando me hice el examen en
julio, milagrosamente estaba totalmente curado. Ahora he decidido
llevar la vida de una manera más sana y equilibrada y reservar la
bohemia a una vez por semana.
Este 2019, mi mayor alegria fue ver
publicada mi novela El Último Nómada y presentarla en Madrid y
París, también me alegró sobremanera los recitales de poesía que
di en París, donde fui recibido con los abrazos abiertos por el
círcuito poético parisino y me llevé un hermoso recuerdo de La
Ciudad Luz, en especial del Club De Poesía de París.
Hay muchos
proyectos en el futuro, un amigo cineasta quiere convertir mi novela
El Ultimo Nómada en guión con posibilidad de transformarla en
película, estoy corrigiendo mi segunda novela que ya está terminada
y que trascurre en esta Europa intercultural y mestiza del siglo XXI,
estoy avanzando mi nuevo poemario de corte fantástico, este 2020
haré varias recitales y presentaciones en París y New York, y la
idea es irme una temporada a residir a París el 2021, entre muchos
planes y viajes, más.
¡La vida es imprevisible y por ello
maravillosa y pienso vivirla este 2020, a tope!